Siempre a mi lado (Todobaku) -Omegaverse- ~En Edición~

-03-

Como ya era algo tarde, tuvo que comprar lo de la comida y la cena para mas tarde, encontrándose con el mismísimo de Midoriya en aquel supermercado quien al verlo, no hizo nada más que saltar de el "pánico" que le tenía a Bakugou.

—¡¿K-k-k-kacchan?!— Gritó mientras todas las personas se quedaban mirando, haciendo que Midoriya se sintiera aún más en pánico.

—¡¿QUE MIERDA ESTÁN MIRANDO?! ¡¿ACASO ALGUIEN LES LLAMÓ?! ¡DEJEN DE JODER!— Reprochó Bakugou al ver cómo se quedaban viendo la escena.

Las personas que estaban ahí voltearon a mirar hacia otro lado, algunas con pánico y otras con indignación por la actitud que había tomado aquel Omega, todas, continuando con su camino.

Cuando todas las personas se habían ido de aquel pasillo, Bakugou volteó a ver con cara de asesino a Midoriya, preguntándole.

—¿A qué mierda veniste?— Dijo mientras ponía en su canasta el bowl de ramen que había tomado, sin quitar su cara de asesino.

—B-b-bueno.....vine-vine a c-comprar a-algo para..... u-un amigo— Dijo para esconder un animal de peluche morado detrás de él para después ver a Bakugou, mientras este solo cambiaba de expresión a una más intimidante pero juguetona. Empezaba a ser más incómodo aún.

—Viniste para comprar algo para el estúpido cara de Zombie, ¿verdad?— Dijo para ver cómo el rostro de Midoriya se ponía completamente rojo.

—......S-s-si.... ¡Oye no le digas así a Hitoshi!— Dijo quejándose con el rubio.

—Ahh así que ahora le llamas por su nombre, que interesante... ¿Están saliendo?— Dijo con la intención de incomodarlo, cosa que se logra fácilmente, siendo con el que estaba hablando Midoriya Izuku.

—¡N-n-no!— Dijo aún más apenado —B-b-b-bu-bueno.... si hace d-dos meses mañana e-es su cumpleaños. 1 de Julio— Dijo con la cabeza baja, para que al levantarla se diera cuenta de que Bakugou ya estaba caminando dispuesto a irse.

—¡O-oye! ¡No me dejes hablando solo!— Dijo caminando hacia Bakugou, dirigiéndose a las cajas para pagar.

—Patético— Dijo Bakugou para terminar de pagar y salir de aquel supermercado y volver a su habitación en U.A.

—¿No harás nada hoy Kacchan?— Preguntó curioso el peliverde.

—¿Y a ti que carajos te importa si hago algo o no?— Dijo para mirar su celular y ver que el estúpido de Deku le había quitado demasiado tiempo, pues ya eran las 12:57 P.M.

—Mierda, no pude desayunar por la culpa del idiota de Deku— Pensó, sin querer aceptar que parte de la culpa era suya por haberse entrometido con los asuntos amorosos del pecoso.

—¿K-kacchan.....?— Preguntó el peliverde obteniendo como respuesta una mirada con el ceño fruncido por parte de Bakugou.

—¡Ya me voy!— Mencionó cómo último para salir corriendo fuera de U.A.

—Maldito Deku, tratando de intimidarme sabiendo que el es un Beta— Murmuró molesto mientras entraba en su habitación y se encerraba con llave.

Abrió la bolsa del supermercado para acomodar lo que había comprado y empezar a comer.

—No debería de estar descuidandome tanto— Pensó para seguir comiendo.

Mientras comía, empezó a recopilar en su mente lo que tenía que hacer ese día.

Nada, eso era lo que tenía que hacer.

Se sentía tan "cansado" que ni siquiera tenía ganas de entrenar, era tan raro, que cuando recordó aquella escena con Midoriya, se dió cuenta de que no le había gritado a el, más que a las personas por entrometerse en lo que no les importaba, y al recordar eso, hasta el mismo se sorprendió por su comportamiento.

—Malditos instintos de Omega— Volvió a decir por segunda vez en el día, tal parecía que no se cansaba de repetir aquellas palabras.

Ya al terminar su comida -si es que a eso se le podía llamar así- se volvió a recostar en su cama como si fuera la mejor actividad del mundo y empezó a recordar aquel sueño que había tenido en la mañana.

¿Quién habrá sido el del sueño? Se repetía en sus pensamientos aquella pregunta que le estaba rondando la cabeza desde que despertó de aquel sueño.

Cuando estaba calmándose recordó lo que le había dicho aquella persona en el sueño haciendo que se sonrojara.

—Eres mío ahora.... Eres mío ahora.... Eres mío....— Aquella frase parecía no querer salir de su cabeza, haciendo que el pobre de Bakugou a pesar de su resistencia comenzara a llorar, pero muy bajito y solo con pequeñas lágrimas que salían de sus ojos, sus sentimientos eran un revoltijo de emociones en ese momento.

—¿Q-qué es este sentimiento....?— Pensaba sin entenderse así mismo, al principio creía que era por la aproximación de su celo, pero luego se convenció de que no era esa la razón, pues en sus anteriores celos no había pasado eso, llegando a una sola conclusión.

Sentía algo por alguien.

Bakugou Katsuki, el Omega con el peor humor del mundo, estaba enamorado, ni el mismo lo creía.