Capítulo 32: En camino.

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Capítulo 32: En camino.

Un par de días pasaron, y fueron suficiente para volver a la rutina. Pero aun cuando todo regresaba lentamente a la normalidad, su ultimo aniversario los tenía un poco más amorosos que de costumbre.

—Ya me voy cielo, no olvides el compromiso que tenemos en la tarde. —Chris se acercó a besar los labios de un somnoliento Castiel, quien respondió estirando sus labios, torpe, pero adorable.

—Que te vaya bien, nos veremos más tarde. —Correspondió poco después de separar sus labios. Una extraña sensación de gusto a poco se instalaba cada vez que Chris se iba de casa, era capaz de reconocer que con su nuevo embarazo estaba dependiendo mucho mas de su pareja.

Chris se marchó no ajeno a los sentimientos de su doncel, verdaderamente el tampoco deseaba separarse de su familia, aun cuando se trataba de trabajo.

Un suspiro agotado abandono los labios de ambos cuando la puerta se hubo cerrado, y cada uno se encontraba solo por su cuenta.

—Bien, supongo que iré a despertar a Giulian, no falta mucho para que Daniel llegue también, —intento darse ánimos, y sus pies tomaron el rumbo que ofrecían las escaleras.

No hizo falta que despertara a su hermano, tan pronto abrió la puerta se encontró al menor con los ojos bien abiertos y clavados en la pantalla de su teléfono celular.

—Si ya estas despierto, ¿Por qué aun no te has levantado? —Consulto el mayor, acercándose a la cama, para quitar el aparto que su hermano tenía en las manos. El movimiento fue tan rápido que Giulian solo pudo notarlo cuando sintió las manos ya vacías.

—¡Castiel! —Exclamo en forma de queja.

—Te lo devolveré cuando estés vestido para el instituto, —aclaro con una sonrisa traviesa, sabia de sobra que su hermano estaba hablando con Alex.

—Bien, ya te oí. —Quito las sabanas de encima y se levantó despacio, soltando un suspiro en el proceso. Espero que Castiel bajara un poco la guardia y en cuanto le vio despistado, se movió rápido para recuperar el objeto. —¡Devuélvemelo! —Exclamo.

El mayor intento esquivar el movimiento que Giulian había hecho, pero perdió el equilibrio en el proceso, su pie derecho cedió al peso de su cuerpo, y por poco se vio en el suelo, así hubiese sido, de no ser por los rápidos reflejos de su hermano, quien le tomo por la cintura y empujo de ambos hasta caer sobre la cama. Ambos hermanos compartieron un largo suspiro aliviado, y todo se vio silenciado después de aquello.

—Estas más gordo, —comento Giulian luego de un largo silencio.

—¡Embarazado! —Corrigió Castiel. —Estoy más embarazado, no más gordo. Tú insolente. —Su hermano soltó una larga carcajada al oír la explicación del mayor, quien por su parte planto un suave coscorrón en los cabellos de Giulian.

—Me alegra que mi sobrino este cada día más grande. No sé cómo hiciste con Theo, pero a este definitivamente no puedes esconderlo, ¡y eso que fue un polizón por cuatro meses! —

—Y se supone que los donceles son más pequeños, pues yo siento que este bebe será enorme, ya hasta me da miedo el parto, ni pensar en cuanto va a doler. —

—¡Oh vamos! Tú eres un gran doncel, lo vas a hacer bien, como siempre, —apoyo su hermanito. Castiel sonrió.

—Si tú lo dices, seguramente tú sabes mucho de como son los partos, —rio.

—Oye, estoy aquí tratando de apoyarte. —Se quejo el menor.

—Lo sé, muchas gracias. —Se acomodo mejor en la cama, logrando besar la mejilla de Giulian, quien se sonrojo por el acto.

Torre de MarfilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora