Joane is the type of relationship.

O1 ; 𝓼𝓬𝓱𝓸𝓸𝓵 𝓻𝓮𝓽𝓾𝓻𝓷

❝𝐉𝐨𝐞 𝐞𝐬 𝐞𝐥 𝐭𝐢𝐩𝐨 𝐝𝐞 𝐩𝐚𝐝𝐫𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐡𝐚𝐫í𝐚 𝐮𝐧 𝐩𝐥𝐚𝐧 𝐜𝐨𝐧 𝐬𝐮 𝐡𝐢𝐣𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐧𝐠𝐚ñ𝐚𝐫 𝐚 𝐃𝐚𝐧𝐞 𝐲 𝐚𝐬í 𝐞𝐯𝐢𝐭𝐚𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐞𝐛𝐚𝐧 𝐥𝐞𝐯𝐚𝐧𝐭𝐚𝐫𝐬𝐞 𝐭𝐞𝐦𝐩𝐫𝐚𝐧𝐨❞

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El verano había terminado, lo cual a Aidan le molestaba de sobremanera, pues rechazaba la idea de tener que levantarse temprano. Y Joe compartía ese sentimiento pues por ende, él tendría que levantarse temprano también.

—Joe, ya es hora de levantarnos -susurró Dane mientras Joe se quejaba y la abrazaba más contra su cuerpo, sintiendo el calor que este emanaba. 

—Por favor, quedémonos aquí, no pasará nada con que Aidan falte a su primer día -respondió Joe con voz somnolienta, sin abrir sus ojos aún.

—No podemos dejar que falte a su primer día, Joseph -Dane se removió en la cama, intentando zafarse de los brazos de Joe, pero claramente su fuerza era mayor. —Joe, por favor.

—Me llamaste Joseph -murmuró fingiendo molestia, haciendo que Dane pusiera sus ojos en blanco, para después morder el brazo de Joe, provocandole un grito y que finalmente la soltara. —¡Eres una salvaje!

—Vamos, Aidan debe levantarse -la pelirroja rió mientras salía de la cama y se dirigía al cuarto de Aidan. —Aidan, mi niño, tienes que levantarte -lo movió un poco, tratando de despertarlo.

—Mami, no quiero ir a la escuela, me siento mal -susurró el pequeño de cabellos rojos, mientras comenzaba a toser.

—¿Lo ves?, el niño se siente mal, hay que volver a la cama -habló Joe en la entrada del cuarto.

—¿De verdad te sientes muy mal, Aidan? -preguntó Dane observando a su hijo.

—Si... Ya... Veo la luz... -respondió viendo al techo mientras estiraba uno de sus bracitos. 

La mayor rodó los ojos. —Bien, entonces traeré ese medicamento que tanto te gusta para curarte la tos.

—¿Me-medicina? -de repente el más pequeño se puso nervioso.

—Sí, y además te pondré tu suéter favorito para que entres en calor -Aidan vio a su padre con los ojos bien abiertos y éste le hizo señas de que no abortara la misión. Pero el pequeño terminó siendo débil.

—¡No, mamá, ya estoy mejor! -dijo saltando de la cama y dirigiéndose al baño rápidamente.

—¡Eres un débil, Aidan! -Le gritó Joe antes de escuchar la puerta del baño cerrándose. Luego se topó con el rostro de Dane frente a él, haciéndole reír nerviosamente.

—Así que, ¿creíste que era buena idea decirle a tu hijo que me mintiera? -la pelirroja se cruzó de brazos-, sabes lo que te he dicho sobre Aidan y las mentiras, ¿verdad?

—... Que solo yo me las creo -murmuró haciendo un puchero. Dane sonrió y lo besó, haciendo que Joe también sonriera. Segundos después, Aidan salió del baño con su uniforme ya puesto, mientras que tenía una gran sonrisa en su rostro.

—Vamos, les prepararé su desayuno favorito.

—¡Waffles! -gritaron ambos corriendo escaleras abajo. 

Dane rió pensando que en lugar de tener solo uno, tenía con ella a dos niños pequeños, pero que sin duda alguna, amaba con todo su ser.