Había amado a Rule Archer desde el primer momento que puse mis ojos en él. Él era todo lo que no debería desear y la única persona por la que salí de mi camino de no tratar de complacer. Él solo me veía como una mocosa -y titulada con sobresaliente- princesa, pero lo peor de todo lo que veía cuando me veía a mí era que veía a la chica de su gemelo fallecido. Eso rompía mi corazón porque por mucho que me había gustado Remy Archer nunca hubo nada romántico entre nosotros y no importa cuánto intentara convencerme a mí misma que amar a Rule era una idea terrible, mi pobre corazón no escuchaba. Nos hemos tolerado el uno al otro, y apenas habíamos forjado una incómoda alianza hasta que una noche tuve demasiado para beber y cambió la forma en que fuímos siempre. De repente secretos de toda la vida ya no se ocultan y lo único que siempre quise para mí parecía obtenerlo, tanto que estaba dispuesta a pasar por el infierno para aferrarme a él.
Shaw Landon era una clase de actuación y yo no tenía ni idea de qué hacer con ella. Estaba atada a mi familia, vinculada a la persona que era mi otra mitad, así que la toleré a ella y a su arrogante actitud mientras no tenía ninguna otra opción. Lo que no sabía era que una falda corta y también muchos cócteles en su cumpleaños iban a cambiar mi perspectiva de ella para el resto de mi vida. Algunas personas pensaban que me escondía detrás de todos mis tatuajes y piercings, que trataba de alejarme de mi hermano gemelo muerto, Shaw vio en medio de todo y no estaba asustada de lo que había debajo. Nosotros no se suponía que fuéramos a estar juntos, no se suponía que fuéramos cualquier cosa sino incómodos conocidos pero todo cambió en un abrir y cerrar de ojos. Ahora tenía que averiguar cómo una chica como ella y un tipo como yo se supone que estén enamorados sin destruirse el uno al otro. Añade a su ex por encargo y dos desaprobadoras parejas de padres y toda la situación sonaba como si fueran más problemas de lo que valía la pena.