"Michael, ¡baja por favor! ¡Vas a perder el autobús otra vez!" Gritó mi mamá.
Me tapé la cabeza con la almohada y el cubrecama. Detesto el colegio y todo lo relacionado con él. Las clases, los profesores, los alumnos, todo. No me interesan los cursos ni mis notas y lo peor, no entiendo un carajo. Pero... por más que lo odie tengo que ir.
Bajé las escaleras, entré a la cocina y encontré un plato con 2 tostadas, mermelada de mora y una taza de milo caliente.
"Gracias mamá" Murmuré por lo bajo y volví a subir con el plato, la taza y una manzana en la mano.
Me vestí tranquilo, ya que yo voy caminando solo al colegio, bajé con la mochila al hombro y me encontré con mi abuela.
"Buenos días pequeño" Me saludó ella con una amplia sonrisa.
"Hola abuela" Le dije y acto seguido la abracé.
De repente entró mi madre a la sala, se veía atareada y seguía tomando su habitual café descafeinado sin azúcar tan negro que según ella "ni el alma del maldito de George, mi padre, podría comparársele".
"¿Ya estás listo?" Preguntó mientras sorbía el líquido dentro de su taza multicolor que le hice en preescolar.
"Si" Respondí cansado "En serio no puedo faltar hoy?"
"Claro que no," Dijo con una expresión comprensiva "sé que no te gusta ir pero es tu obligación."
"Lo sé, lo sé" Dije rodando los ojos "Bueno ya tengo que irme, adiós ma" Dije dándole un beso en la mejilla.
"Luego te veo abue" Le dije y la abracé.
Salí por la puerta y la cerré suavemente. Comencé a caminar aburrido como todos los días hasta que llegué a la esquina de la calle. Al voltear a la derecha del último edificio choqué con alguien y ambos caímos a la acera.
"¡Oye ten cuidado!" Gritó la chica sentada a mi lado.
"Lo siento" Dije, me paré y le ofrecí mi mano.
Aceptó y me tomó con fuerza, pero cayó con las manos y la cara sobre mi pecho. Levantó la vista, la miré un momento, se sonrojó y me dijo:
"Perdón" Intentó pararse pero hizo una mueca de dolor cayendo nuevamente sobre mí "No puedo mover la pierna."
"No hay problema," Dije nervioso "yo te puedo ayudar."
Me miró extrañada sus ojos color avellana me miraron analizándome de la cabeza para abajo, "que bellos ojos tiene" pensé para mis adentros.
"Si tú..quieres..yo..podría llevarte a..donde sea que estabas yendo" Dije tartamudeando.
"Pero no te conozco" Dijo sonriéndome.
"Ni yo a ti" Dije encogiéndome de hombros "pero te debo un favor después de chocar contigo y herirte accidentalmente" Dije devolviéndole la sonrisa.
Dudó un momento, vi mil expresiones pasar por su rostro y cuando se decidió asintió con la cabeza y preguntó:
"¿Y cómo planeas llevarme a la escuela? ¿En brazos?" Preguntó divertida.
"Tengo una moto" Repuse con una amplia sonrisa.
Ella me devolvió la sonrisa y asintió en modo de aprobación a mi idea.
"Sólo hay un problema," Dijo ella "¿cómo piensas llevarme hasta tu moto?"
¡Rayos! No había pensado en eso. ¿Cómo diablos iba a llevarla hasta mi casa al garaje sin que eso implicara llegar tarde a clases?
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Lady and Rebel
Teen Fiction"La única cosa que aprendí en la clase de ciencias es que los opuestos se atraen." "Baja de tu nube rosa. Eso nunca pasará." -Mikey & Adri