Capítulo 1

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En la pequeña aldea junto al palacio se encontraba una hermosa joven llevando el pan recién salido del horno hacia el mostrador de la panadería.

-Ya le he dicho princesa, no es necesario que venga a ayudarme, pero gracias -dijo el humilde panadero a la joven.

-No hay de que Estefan, es un gusto poder ayudarte- respondió la princesa mirando tiernamente al hombre, el cual se sonrojo medianamente al escuchar sus palabras.

De pronto sonaron seis campanas desde la torre añeja de la catedral, la princesa levanto la vista rápidamente y solo gritando unas disculpas salió corriendo de la panadería rumbo al palacio.

Con tropiezos y caídas llego a su cuarto trepando a la ventana, y por un descuido termino en el suelo, en el momento justo en el que una sirvienta abrió la puerta.

-Señorita, se encuentra bien?-exclamo preocupada al ver a la joven en ese estado.

-S...Si, sí lo estoy-respondió Lily-solo fue un tropiezo pero a que se debe tu visita?

-Que? Ahh cierto perdóneme, sus padres requieren su presencia en el salón del trono- y con una inclinación, la sirvienta se fue dejando a la joven princesa muy confundida, ya que sus padres nunca la llamarían a esta hora, prácticamente la tratan como si ni existiera.

La joven movió la cabeza para alejar esos pensamientos y se encamino al salón, donde sus padres la esperaban con una noticia que cambiaría su vida completamente.

El salón del trono era una habitación subterránea, con sus paredes llenas de cuadros de todas las familias reales que habitaron el palacio, y en el centro se encuentran dos tronos, la habitación esta pintada de un rojo escarlata y con un techo circular, en el que esta pintado el momento en que sus antepasados llegaron a esas tierras y construyeron su palacio. Al llegar, tres personas , dos de ellos sus padres, la miraba con esa mirada de superioridad con la que Lily tuvo que aprender a convivir, pero, el tercer individuo era un total desconocido para ella. Desde atrás se veía que era alto y fornido como su padre, tenia el cabello mas largo de lo habitual en los reyes de esa época, pero al darse la vuelta para mirarla, Lily contuvo el impulso de vomitar o salir huyendo, el hombre era feo, mas que feo, era horrible, su rostro estaba demacrado y Lily no pudo deducir si fue por la guerra o por nacimiento, tenia unos ojos negros sin vida y una sonrisa macabra que le helo la sangre, hasta a su madre se le notaba que no aguantaba su presencia, estaba forrado de pieles y de el emanaba un hedor que inundaba la habitación, de cerca, Lily pudo notar que su pelo tenia aspecto de no haber sido lavado por meses.

Su padre le hizo una seña para que se acercara a ellos, ella lo hizo pero siempre alejándose lo máximo del hombre desconocido.

-Para que me llamaste padre?-pregunto Lily temerosa de la respuesta, ya que, sabia que era muy de moda para los reyes que comprometieran a sus hijas por oro o tierras, incluso su mejor amiga Mirabella, su única amiga, corrió la mala suerte de que con 16 años sus padres la comprometieron a un rey que vivía al otro lado de las montañas del Norte. Nunca mas la volvió a ver.

-Hija te presento al rey Magnus, de los Bosques del Oeste- el mencionado inclino su cabeza hacia ella, todavía con esa sonrisa macabra- El ha accedido a aceptar tu mano en matrimonio-dijo su padre con voz tranquila, como si no estuviera entregando a su hija a un completo desconocido 30 años mas grande que ella, o eso pensaba Lily al menos.

-P...pe...pero pap - se corrigió al ver la mirada severa de su progenitor-...padre no puedes hacerme esto-lo miro suplicante, pero el le regreso una mirada dura que le dejaba claro que ella no tenia elección.

-Partirás al amanecer rumbo a tu nuevo hogar, junto con el rey Magnus -hablo por primera vez su madre, Lily tembló al oír su nombre y a el se le ensancho mas su sonrisa.

-Puedes retirarte- dijo su padre secamente, para luego ella asentir y caminar lo mas rápido posible rumbo a su habitación.

Al llegar, cerro la puerta con llave y se dejo resbalar hasta el piso donde comenzó a llorar, llorar por la impotencia que sentía al no poder decidir por si misma, llorar por la falta de amor de sus padres todos sus años de vida y como ahora se deshicieron de ella tan rápido como pudieron, y por ultimo, llorar por el miedo que sentía hacia ese hombre que la miraba tan macabramente y que tendría que vivir con el en un lugar tenebroso y horrible, o así se lo imaginaba ella ya que nada bueno puede venir de alguien así, no?

Llorando y sin cambiarse se arrastró hacia su cama donde se quedo dormida, aun derramando tristeza en sueños, sin desear que el día siguiente llegue, y con el todos los malos acontecimientos que se avecinaban.

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⏰ Última actualización: Sep 02, 2019 ⏰

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