Decidí que los Videojuegos fueran mi Futuro ¡Y ahora estoy en un Mundo Paralelo!

Capítulo 2: El miedo a los no-muertos!

"¡Sekai!"

Corrí hacia el cuerpo de Sekai, no podía creerlo. Ni siquiera tuvimos oportunidad de ir por un trabajo.

Tomé su mano instintivamente y la sostuve. En ese momento, su cuerpo reaccionó.

"¿Que pasó...?"

Esa voz era la de Sekai.

Su cuerpo se levantó y tomó su cabeza.

Los ladrones nos miraron sorprendidos. Yo tampoco podía creer lo que pasaba.

"¿Qué diablos está pasando?"

Sekai preguntó. Desafortunadamente nadie presente tenía una respuesta.

Yo me sentía más débil.

Luego de estar arrodillada por un momento, Sekai acomodó su cabeza entre sus hombros y tomó su espada. Le costó trabajo levantarse, pero cuando lo hizo, los ladrones se escaparon, gritando.

Se olvidaron de la espada y del caballo...

"¡Ebony!"

Sekai gritó y corrió hacia el equino. Estaba bien, no le había pasado nada.

Yo seguía estupefacto. No tenía idea de qué había ocurrido.

Ebony acercó su cabeza a la de Sekai y ella presionó su frente con la de su caballo. Eso causó que su cabeza se cayera de entre sus hombros.

"¡Kya! ¿Qué me ocurrió? ¿Qué es lo que acaba de pasar?"

Sekai gritó desesperada.

Yo pestañeé.

"Pues, te cortaron la cabeza, pero cuando te fuí a ver te levantaste y espantaste a los ladrónes."

"..."

Sekai me miró como si no me creyera. Desde el suelo.

Su cuerpo levantó su cabeza y la volvió a colocar entre sus hombros.

"No puede ser..."

Sekai miró hacia abajo por unos momentos... hasta que notó la Espada de Acero en el suelo.

"Eso se ve costoso... ¡Lo quiero!"

Sekai gritó de manera alegre y corrió a recoger la espada.

Era una espada mucho más brillante que cualquier otra que hayamos visto por los alrededoes, y también se veía más afilada. También tenía una empuñadura con diseño, a pesar de que la mayoría de las espadas alrededor eran bastante simples.

En efecto, se veía como si valiera una fortuna.

"Yo diría que vale unas... 120 monedas de oro."

Eso suena a bastante, pero probablemente ella haya estado exagerando.

"No es que piense venderla..."

Sekai me miró con una cara de culpa.

"Puedes quedartela si quieres..."

No iba a reclamarle. Era la espada que la asesinó después de todo.

Encontraba extraño que tuviera tanta afinidad por esa espada, en todo caso. Era la espada con la que cortaron la cabeza. Si a mí me hubiese ocurrido, le tendría un miedo profundo.

Sekai se dedicó a jugar con la espada, practicando golpes y poses. Se veía contenta hasta que perdió la cabeza.

"Auch."

"Debemos buscar una forma de mantener tu cabeza en tu cuello."

Sekai traía puesta una armadura ligera, pero no llevaba casco.