¿Cómo tratar a una chica? [Wowkwan]

Capítulo 10

- ¡Dije que ya voy! - ¡Oh, Byeongkwan!

- Hola cariño para ti también. - Dice el joven mientras entra la departamento de Jun, dejando que el mayor cierre la puerta detrás de él.

- Hola ¿por qué estás aquí?

- ¿Qué? ¿No puedo visitar a mi novio sin tener una razón?

- Aún así, podrías haberme llamado antes de venir aquí.

- Junnie ¿qué pasa contigo? Pareces nervioso. - Byeongkwan sonríe dulcemente mientras envuelve sus brazos alrededor del cuello de su novio para un beso.

- No estoy nervioso. - Dice Jun mientras lo empuja suavemente hacia atrás y lo rechaza, sujetándolo por los hombros.

- Dijo el hombre que acaba de rechazarme. - Byeongkwan pone los ojos en blanco, dando un paso atrás.

- No es que no esté feliz de verte, pero estoy ocupado. Tengo mucho trabajo por hacer, Kwan.

- ¿Me estás echando ahora?

- No, te estoy pidiendo cortésmente que te vayas.

- Estas actuando raro. ¿Estas seguro de que no pasa nada?

- Muy seguro.

- Esta bien, entonces, si quieres que me vaya y no te ayude... - El joven hace una mueca mientras se dirige hacía la puerta de nuevo. - Me iré ahora.

Jun asiente mientras lo sigue, apoyado contra el marco de la puerta.

- Te enviaré un mensaje de texto cuando este libre para que podamos pasar un tiempo juntos.

- Por favor, hazlo. Siento que ya no me quieres. - Byeongkwan se ríe entre dientes mientras se las arregla para robar un beso rápido en los labios del otro.

Jun arquea una ceja mientras se burla, cruzando sus brazos. - Al menos no estoy en una segunda relación.

Byeongkwan se detiene en seco y suspira, haciendo una mueca. - ¿Siempre vas a mencionar esto?

- Buenos ¿qué quieres que haga? Deberías estar agradecido de que incluso te deje hacerlo. No muchas personas estarían de acuerdo en hacer esto por su pareja.

- Entonces supongo que soy una persona afortunada de tenerte como mi novio. - Sonríe el joven mientras sale del departamento. - Buena suerte al tratar con todos esos papeles por ti mismo.

- Si, eso es seguro...

- Nos vemos pronto, cariño. - Byeongkwan sonríe ampliamente y espera al menos una beso en la mejilla del otro. Sin embargo, el mayor responde un 'ok' mientras lo saluda y le sonríe antes de cerrar la puerta y suspirar aliviado.

- Tan cerca. - Murmura, justo cuando DongHun sale del dormitorio, sonriendo maliciosamente.

- ¿Por qué no querías que tu novio me viera aquí, eh? - Pregunta mientras se para frente a Jun, cerrando los ojos con él.

- Porque... - Jun lo mira fijamente, tan intensamente como el mayor. - Podría tener una idea equivocada.

- ¿De qué estás hablando? - Se ríe DongHun, alejándose del otro y volviendo a su computadora portátil.

- Estoy diciendo que el podría haber malinterpretado la razón por la que estás aquí.

- ¿Y qué otra razón además del trabajo podría ser para que yo te visite? - DongHun levanta una ceja, mirando al otro con una expresión divertida.

- No hay ninguna. - Jun dice abruptamente. - Pero como sé cómo es Byeongkwan, estoy seguro de que habría creído que lo estoy engañando contigo.

Esta era la respuesta que DongHun estaba esperando para poder finalmente estallar en carcajadas.

- ¡Oh, por favor! - Trata de hablar, todavía riendo. - Nunca saldría con alguien como tú. Mis estándares sob mucho más altos que esto.

- Cálmate, no planeo tenerte como mi novio tampoco. Y deja de reírte, es raro.

- Lo que sea. - El mayor finalmente se detiene y recupera la compostura, volviendo para terminar su parte del trabajo.

- Terminemos esto rápidamente ya que odio este lugar totalmente. Tengo ganas de vomitar simplemente respirando este aire, asqueroso.

Jun mira alrededor, buscando algo fuera de su lugar, pero para su orgullo, todo está donde debería estar, por lo que observa al mayor con una mirada confusa.

- ¿Qué hay de malo en mi lugar?

- Todo. Comenzando desde las paredes negras hasta los muebles, es simplemente horrible. - Dice DongHun sin alejar los ojos de la pantalla del dispositivo.

El otro suspira exasperado mientras cierra los ojos y se frota la cara. Este nuevo compañero de trabajo será la muerte para él.

- Esta bien, entonces, vamos a ir a tu casa la próxima vez que nos asignen a trabajar juntos.

- Diablos, no, no vas a infectar mi espacio personal con tus gérmenes feos.

Jun grita internamente y cuenta hasta veinte para contener el impulso de abofetear a su mandón, grosero, pero bonito compañero. Con suerte, ninguno de ellos dice nada más, por lo que el trabajo continúa sin problemas, ayudándose uno a otro cuando sea necesario. Y así, después de dos horas dedicadas a escribir y leer archivos, terminaron.

Suspirando de alivio al mismo tiempo, cierran todo lo relacionado con el trabajo y Jun decide romper la atmósfera tensa.

- Lo hicimos bien.

- No sé tú, pero yo siempre lo hago bien.

Por supuesto tiene que ser otro comentario, a lo que Jun pone los ojos en blanco.

- Disculpe, su alteza, por insultarlo.

- Pensaré en perdonar tu error crucial, campesino.

Se miran uno a otro durante unos segundos antes de sonreír y finalmente estallar en carcajadas. Pronto, DongHun se levantaba y comienza a recoger sus cosas, preparándose para irse.

- Uh, pasamos las últimas horas trabajando, así que supongo que puedes estar hambriento.

- ¿Esto es una invitación a quedarme a cenar? - Se ríe entre dientes, continuando con sus cosas e ignorando a Jun.

- Es solo yo siendo amable, algo que obviamente no eres.

- Tal como lo dije antes, odio aquí, así que no voy a perder ni un segundo si no es necesario.

DongHun rápidamente agarra su teléfono también y va hacia la puerta de entrada poniéndose los zapatos. Jun observa todas sus acciones, sus ojos a menudo caen sobre sus rasgos angelicales, incluso si le gustaría no admitirlo, DongHun es tan hermoso como grosero y arrogante.

- Si ya terminaste de mirar mi hermosa apariencia, me iré.

El otro vuelve a la realidad y sonríe levemente, acercándose al mayor mientras mantiene el contacto visual.

- Pero ¿y si no he terminado? ¿Te quedarías un poco más?

DongHun solo resopla mientras mira al más joven de pies a cabeza. - Te gustaría que me quedara ¿verdad?

Sonríe y se da la vuelta, saliendo antes de que Jun incluso se de cuenta.