Nunca había sentido tanto frío como entonces, corrió debajo de la lluvia perseguida por su propia sombra, corrió hasta que sus piernas flaquearon haciendo que se desplomase por el suelo.
Ella queria que todo fuese mentira, que no hubiese visto lo que vio, que todo fuese como era hasta entonces, pero ya era tarde...
Una lagrima se desliza por su rostro, mientras contempla un cadáver mutilado. A su vez mira de lado a lado del lugar y grita pidiendo ayuda, pero no logra emitir ningún sonido.
Al lo lejos se ve una mujer, esta se va acercando con calma y le tiende la mano.
-Vámonos ya, nada puedes hacer- dijo la mujer con una pequeña sonrisa en los labios.
-No, no podemos dejarla aquí, merece algo mas digno- dijo ella.
La mujer agarró su mano, y comenzó a caminar.
-¿no lo entiendes?, esa chica eres tú.-
-¿Cómo? ¡Imposible!, yo... no puedo haber muerto, yo... estaba... no recuerdo bien que estaba haciendo, solo recuerdo contemplarme.-
-Lo estás, si no yo no estaría aquí-
Al momento la chica se levantó y caminó con la mujer.
