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Caí al piso junto con él, haciendo que nuestras miradas cruzaran.

—Lo lamento mucho — exclamo para luego pararse y me ayudo a levantarme para después seguir corriendo.

Para ser verdad era un chico demasiado atractivo; alto, ojos color verde y una hermosa sonrisa reluciente, no pude evitar sonreír por mis pensamientos y solté una risita leve, después de aquella situación no pude evitar sacar a aquel chico misterioso de mi mente, sentía que esa mirada la había visto en algún lado, mas no comprendía nada, era un completo extraño y aun así sentía que ya antes lo había visto, dieron las 8 de la mañana el solo comenzaba a salir y el frió comenzaba disminuir, llegue a mi casa y busque algo de comida y cheque mi teléfono y estaba sin batería había olvidado cargarlo la noche anterior, busque mi cargador y lo puse a cargar, aún seguía pensando en aquel chico su mirada tenía un brillo único el cual no podía borrar de mi mente, subí a mi habitación y decidí darme una ducha para relajarme, minutos después salí, me vestí y cepille mi cabello un poco. Más tarde mi mejor amiga pasaría por mí para ir y ayudarle a comprar un vestido que necesitaba para su fiesta de cumpleaños, así que me recosté en la cama en lo que ella llegaba...

Una hora después escuche el timbre resonar y baje corriendo a abrir.

— ¡Hola Katherine! — exclamo abrazándome fuerte y no pude evitar corresponder

—Hola Fer — sonreí abrazándola.

Después de ese emotivo saludo, salimos de la casa rumbo al centro comercial, pasamos todo el día, hasta que se nos hizo tarde y me trajo a mi casa para luego ella irse a la suya, llegue bastante cansada el día estuvo lleno de risas y de mucho caminar, llegue hasta mi cama y quede profundamente dormida...

El Ángel se enamoro del demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora