El Ángel se enamoro del demonio

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Ya habían pasado un mes de aquel tropiezo, la verdad ya no lo recordaba tanto, solo tenía el recuerdo de su mirada y nada más, hoy tenía una fiesta con mi mejor amiga; me encontraba maquillándome un poco, usaría un vestido azul que ayudaba a resaltar mucho mi figura y unas lindas zapatillas plateadas; hacían juego con mi bolso...

Se dio la hora y salí de mi casa y conduje al lugar donde seria. Minutos después llegue a mi destino, estacione mi auto y baje. Entre a la fiesta la mayoría de los chicos estaban bebiendo, fumando consumiendo cualquier tipo de sustancia, y otros solo bailaban. Busque a mi amiga con la mirada y fui con ella, pase un rato con ella hasta que llego su novio y se fue con él. Estaba sentada en un sofá bebiendo un poco, me encontraba algo aburrida hasta que mire a mi ex novio con su nueva novia, supuse que lo había notado porque la pego más a él y me levante y choque con un chico haciendo que mi bebida se derramara sobre mi vestido, maldije muchas beses

—Lo lamento mucho linda — quede completamente en shock al escuchar aquella voz sabia la que conocía o por lo menos sabía que en algún lugar la había oído, así que alce la mirada y lo vi, me quede completamente sin palabras, no podía procesar todo lo que estaba sucediendo

—Creo que nos volvemos a encontrar — Dios es tan sexy, lo mire y sonreí un poco.

—Si ya lo creo- reí un poco ante la situación intentaba calmar mis nervios

—y bueno... ¿Quieres bailar? — me dijo sonriendo, joder dios mío es tan sexy.

— Si claro — dicho esto tomo mi mano y nos encaminamos a la pista.

Nos movíamos al ritmo de la música, y podía sentir que cada vez se acercaba más a mi hasta que llegó el momento en que las respiraciones de ambos chocaron, haciendo que de un momento a otro nuestros labios se unieron y comenzamos a besarnos, podía sentir como acariciaba mi cintura y sus manos bajaban a mis glúteos, hasta que nos separamos poco a poco por falta de aire y me vio fijamente a los ojos, podría sentir como mis mejillas se sonrojaban.

—Y que hacia una chica tan linda como tú, ese día ¿tan sola? —dijo tomando mi mano para luego salir al jardín.

— No Podía dormir y salí a caminar y cuando me di cuenta llegue ahí — reí leve y el me miro sonriendo — ¿Y tú? ¿Qué hacías? —me miro y pude ver como se tensó un poco y me miro

—Amm igual no podía dormir —pude notar como se tensó, así que decidí no preguntar más al respecto.

Pasamos la noche con juegos y risas; Podía sentir que era un chico bastante misterioso. A la mañana siguiente desperté con un dolor de cabeza realmente terrible, no recordaba casi nada lo único que sabía era que había pasado la noche anterior con aquel chico, no recordaba su nombre muy bien, y que me había traído a mi casa a las dos de la mañana...