Capitulo 19: Tratos corruptos.

216 23 2
                                    

Narradora:

Aquel enorme castillo yacía vacío, solo dos personas estaban dentro, un asustado mosntruo alado, un kappa, que solo seguía ahí por razones poderosas, el otro ser era aquel de capucha negra, ligeros pasos sonaban como una sustancia liquida bastante babosa, caminando de un lago a otro con lentitud, una respiración agitada y entre cortada, después de muchos minutos así, la pequeña y oscura figura finalmente se detuvo, y con una voz distorsionada entre un hombre y una joven chica, se le escucho llamar al kappa.

—Dennis— siseo ligeramente mientras él kappa tembló ligeramente y miraba al ser que se acercaba— Más, necesitamos más, energía, magia, más Dennis, más.

—¡P-pero ya se comió a todos sus hombres, no queda más!— dijo con preocupación mientras empezaba a retroceder— A-además, me lo prometiste, dijiste que si te encontraba un cuerpo poderoso me regresarías a mi hermano. ¡Así que regresar a Ludo!

—Más Dennis, si quieres a tu hermano, tráenos más— eventualmente el kappa se topó con la pared y unas negras manos babosas le tomaron de la camiseta— Necesitamos a monstruos, necesitamos mewmanos, necesitamos magia, tráenos más... O nós comeremos a tu hermano Dennis.

—¡No! Esta bien, esta bien, traeré más monstruos, traeré mewmanos también, pero no lastimes a mi hermano— rogó el más alto.

—Rápidos Dennis, tenemos hambre, más, tráenos comida— hablo el ser provocando que el kappa saliera corriendo del castillo— Más. Más... Más. . . Más.

En la oscuridad del castillo, aquella criaturas camino asta el trono y se sentó en este esperando, balbuceando entre susurros a si mismo, sintiendo un agonizante dolor que solo era aliviado con su insaciable sed de magia, misma que exprimia de cualquier cosa viva, objeto encantado o cosa mágica.

Mientras él pobre kappa volaba por el bosque en un forma desesperada de encontrar un monstruo o mewmano solitario, y para su suerte una joven ardilla iba sola, pese a dudarlo mucho bajo en picada y sacando las garras de sus pies aterrizó en ella dejándola inconsciente, tomándola con rapidez salió volando de regreso al castillo.

.
.
.

Los días habían pasado y el pobre kappa salia cada treinta minutos del castillo por más comida de cualquier tipo, tijeras dimencionales, monstruos, mewmanos, guerricornios, animales del bosque, incluso palomas del reino de palomas, ponys, sirenas, cualquier ser con magia era tomado por este y llevado como alimento al ya no tan pequeño ser.

El kappa Dennis entro por las grandes puertas del castillo con un costal en su hombro, cerrando la puerta detrás de él hizo camino al salón central donde casi todo yacía en oscuridad, podías ver las pocas antorchas, la chimenea y un brillante ojo amarillo y ojo morado.

—Dennis— siseo ligeramente el ser ahora con una más grave voz— ¿Que as traído hoy?— él kappa solo se acercó un poco y lanzó el saco dejando escuchar algunos quejidos.

—Nós p-ponys del reino de las nubes— hablo este— Y algunas tijeras.

—Muy bien Dennis— él ser se acercó al saco, abriendo este, abrió su gran boca y fuertes gritos empezaron a sonar, él alado cubriendo sus oídos.

Después de comer, él ser se alejó del saco y paro dejando ver un alto ser, ahora la capucha le quedaba pequeña, igual que la cabeza de aquella pony que tenía en mano, abriendo su hocico, los gritos de la pony se escucharon y finalmente callaron con el crujir de su cráneo, él kappa solo temblaba deseando que su hermano estuviera bien, el miedo le inundó al sentir unas manos tomarlo de los hombros, mirando arriba tomándose con esos brillantes ojos y una larga sonrisa blanca.

—Muy bien Dennis— hablo este con calma— Tu y tu hermano son libres de mi, ahora extiende tus manos— ordeno y con miedo Dennis obedeció.

Un repulsivo acto de regurgitación empezó, aquel hombre de piel negra con cierto resplandor morado, forzaba su cuerpo a devolver algo, pasando por su cargaba y finalmente escupiendo lo, aquel hombre escupió a un kappa más pequeño cubierto en un fina, semi transparente, morada y baboso tipo de huevo o caparazón, Dennis solo lloro al finalmente tener su hermano de regreso.

—No recordará nada, ahora corre mientras puedas, porque muy pronto estaré en todos lados— amenazó el hombre.

Él kappa solo abrazo el huevo y salió corriendo lo antes posible, él dueño que aquellos ojos solo giro y dejo la capucha caer al piso, un fornido, trabajado y buen cuerpo dejan su piel respirar y acoplarse, aquella viscosa y babosa sustancia negra ahora poco a poco tomaba una forma más sólida, formando ya gruesa piel escamosa, camino por la habitación mientras se aseguraba que cada hueso que inguirio fuera molido y reformado en sus propios huesos, la carne formara tejido y nervios, la sangre combustible mágico y cada alma de cada criatura estaba atrapada dentro de él, probando su nuevo cuerpo, de un salto llego al lejano techo e incluso camino sin problemas con n este, regresando a tierra creando un cráter en el piso, golpeando un pilar haciéndolo trisas, reía con tal habilidad y fuerza superior, su plan está comenzando, ahora con una forma física y sólida en aquel mundo, podría cumplir con su meta.

—Ahora nada es imposible para mi, pronto, muy pronto los dos estaremos juntos y reinaremos sobre todos— hablo aquel hombre de voz familiar mientras caminaba al trono para sentarse con una sonrisa— Sabrás lo que que realmente es un hombre, un monstruo, un septariano. Yo seré tu rey y tu mi reina, lo que la magia unió jamás será separado.

Él septariano reía con maldad mientras el recuerdo ajeno de cierta princesa llegaba a él, cerrando su ojo izquierdo morado lograba ver lo que su contrario hacia, recuerdos ajenos, acciones que no le pertenecían, las tomaba y volvía suyas con gozo, deseaba y anhelaba lo que el contrario tenía entre brazos, aquella joven de dulce mirada, su no apropiado corazón latía con fuerza, deseaba a la princesa sobre todas las cosas, que fuera suya y solo suya, ella misma era la única razón por la que tan desesperadamente se había echo un cuerpo formado de magia corrupta, magia rota que solo puede causar destrucción, un cuerpo propio el cual no estuviera trabado en lo más profundo de la mente de aquel septariano de piel gris y aunque ambos compartieran una coneccion que solo el ser de negro conocía, tenían personalidades y opiniones muy diferentes, lo único que realmente compartían era el amor y deseo por aquella princesa.











—Ah~ Cometa. Pronto vida mía, pronto. Ah~ Tu cuerpo, tu mente, corazón y alma serán solo míos— decía mientras no contenía los suspiros y jadeos mientras se tocaba a su mismo con la imagen en su ojo— Te are mía, cariño. Ah~ Solo mía... Agh. Solo espera un poco más, veras como me amaras.

Cometa v.s los traidores. (Toffee x Tn___)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora