Solo un Fallo ~Killugon~

I

-No estoy seguro de querer hacer esto- tartamudeo con nerviosismo al entrar a aquel lugar tratando de mantenerse firme ante los ojos de los demás pero tan nervioso para si mismo y su acompañante

-Gon, relájate, eres muy atractivo ante los ojos de las damas no tienes porque ponerte así- se sentaron en un silla en el centro de la fiesta para así llamar la atención de las jóvenes

-Kurapika, esto me incómoda, es decir mira todas estas personas- observo con más detenimiento a sus alrededores su vista se fijo en un grupo de jovenes que lo miraban para despues una de ellas dedicarle una sonrisa coqueta

-parece que le gustas- el contrario lo miro con ironía, casi diciéndole "¿enserio? Valla no me había percatado" Kurapika solo rió ante la mirada que su amigo le ofrecía -vamos gon, ¡Son Damas! Y este fiesta te ofrece hermosas mujeres- suspiro con cierto disgusto, hiciera lo que hiciera eso no cambiaría la opinión del rubio

Últimamente había sido muy persistente en conseguirle una novia para que en un futuro no muy lejano pudiera hacerla su esposa, eso le serviría mucho a gon ya que no tenía un nivel económico muy bueno y conseguir una dama con dinero podría hacer que gon por fin construyera su legado como tanto lo había deseado

Había trabajado tanto para salir de isla ballena y poder ir a una ciudad más estable, toda su vida se la pasó trabajando

Después de todo su padre lo había abandonado y su madre murió, su tía se encargó de él y lamentablemente murió por igual que su madre. Un dolor se incerto en su pecho al recordar aquello

-¡Gon!- reaccionó ante el chasquido de dedos que el rubio había echo frente a su rostro, levantó su mirada encontrándose con la de kurapika que hacía gestos de que una chica se acercaba, tragó en seco y miro a la hermosa chica de cabellera rubia que se aproximaba

¡Dios! ¡¿Que diría?!

Suspiro una vez, dos veces, tres veces, ¡Muchas veces! Hasta que la chica estaba frente a él y repentinamente kurapika había desaparecido

Maldijo al rubio por eso, después se arreglaría con él por abandonarlo

-un gusto soy Retz- se levanto de su lugar, la joven extendió su mano y gon la tomó para darle un beso en ésta -Gon frecss- levantó poco a poco su mirada se fijó en el vestido rojo largo que llevaba puesto, el aroma a perfume caro indicaba que la joven tenía un padre que le ofrecería plata

-¿De que familia pertenece?-

¿Que le diría?, "lo siento querida, no tengo dinero ni familia pero si decides estar con migo podría obtener algo" eso era lo peor que podía hacer

Era el siglo XVIII debía tener algún prestigio para poder ser aceptado y el no tenía nada más que su honor y su gran cerebro, miro la joven a los ojos y le sonrió de manera coqueta como anteriormente ella había echo

-eso no importa, hay cosas que yo puedo realizar- solto su mano y camino para perder de vista a la chica pero antes de estar muy lejos de aquella dama volvió a observarla y con una voz tan seguro de si mismo pronuncio -solo tiene que esperar y ya vera- se alejó del lugar dejando a la chica con una sonrisa embobada y cuando estuvo lo suficientemente lejos dio un suspiro de alivio, casi le da un paro cardíaco

-interesante elección de palabras- una voz masculina a su lado hizo que mirara una mesa donde un joven se encontraba sentado tomando un vino, gon levantó su ceja -¿enserio? Lograste escucharme desde aquí- el contrario observo al joven de piel Morena a su lado y para lo sorpresa de gon vio unos ojos azules hermosos y una piel Blanca, instantáneamente en su cabeza recordó las nevadas que en isla ballena había, su piel parecía como copos de nieve y su cabello parecía seda tan suave al tacto, comenzó a toser con algo de incomodidad ya que el llamaba más la atención de las damas que gon