VII

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—una hermosa casa.

—gracias —gritó desde la cocina. Preparó el Té y se quedo un segundo viendo las tazas junto a los aperitivos.

"—ahora que lo recuerdo, nunca había invitado a nadie. Esto puede ser una oportunidad para hacer amigos". Gon sonrió tras pensar en él y Chrollo saliendo a tomar una cerveza. Salió de la cocina, atravesó un pasillo para llegar a la sala de invitados; se encontró con Chrollo inspeccionando las pinturas que colgaban en la pared—. esta listo —habló Gon.

Crhollo quitó su mano de la barbilla volviendo así a su mirada sería, calculadora.

—oh, huele muy bien —, se sentó para quedarse observando a Gon acomodando los cubiertos.

—¿no ha pensado en tener esclavos para que hagan estas cosas? —susurró. La mano de Gon tembló, la cuchara se le resbaló para caer en el plato de porcelana.— no... —tragó saliva y recordó sus epocas como uno.
—¿es acaso qué no puede pagar un esclavo?

Agachó la cabeza intentando que el otro no viera su ceño fruncido, después respondió;

—no es eso, hay cosas que puedo hacer por mi cuenta así que si puedo hacerlas yo, siento que es inútil tener personas que lo hagan por mí.

—ya veo, es un conservador —Crhollo tomó su taza de té, se quedó observando al chico que tenía la cabeza cabizbaja; Gon sostiene con fuerza la tetera, muerde su labio con coraje.

—¿un gato? —, Señaló el mayor al joven y el moreno levantó la cabeza con mirada confundida.
—¿gato?
Crhollo no quitó la mirada del moreno, pareció analizarlo por completo—. su cuello—soltó las palabras para después darle un sorbo al té sin despegar la mirada del chico.

Con discreción Gon escondió las marcas levantado el cuello de su camisa— algo por el estilo. —no mintió, Killua tenía el mismo carácter que un gato: ambos son tan volubles.
— no parecen rasguños.
—no lo son —habló sin pensar.
—ah, ¿no?
—no, es alergia. Los gatos me producen una alergia horrible, no se preocupe ya me he atendido.

Gon tomó asiento, no sabía de que hablar pero le pareció agradable tener compañía, empezaba a sentirse solo y eso no le agrada.

—ese cuadro es hermoso —volteó a ver el lugar señalado, el moreno sonrió por una décimas de segundo para contestar;

—oh, eso. Lo pinté yo cuando era un niño, era la vista que tenía desde mi casa.
—su casa debió de estar en un lugar muy alto.
—nuestra casa estaba en la cima de una colina. Tenía muchos amigos que les encantaba ver el pueblo desde mi casa, pero uno de ello se quedaba demasiado tiempo admirando el paisaje, así que le pinté ese cuadro. —Gon cerró sus ojos, tomó un sorbo de té para aclarar su garganta antes de seguir hablando, Chrollo le ganó la palabra.

—si lo pintó para su amigo ¿por qué lo tiene usted? —Gon estaba por tomar otro sorbo de té pero alejó la taza de sus labios, observó el líquido en el recipiente y se preguntó ¿por qué? No recordaba el porqué nunca le entregó la pintura al chico pero hasta cierto punto tratar de recordar lo hacía sentir avergonzado.

—murió. —mintió, no quiso decirle la verdad porque ni el mismo la sabía, apartó la mirada de la taza y observó a Chrollo, Gon se dio cuenta que no ha estado parpadeando pero en ese momento no siente que parpadear sea necesario. Le sonríe al hombre de manera antinatural ya que los ojos de Gon estan muy abiertos, la mirada del moreno se pierde tratando de recordar.

Ese chico al que le hizo la pintura era alguien importante para Gon pero... ¿por qué?

No podría decir cuánto tiempo se quedó en su mundo, pero despertó hasta que vio como Chrollo dejó la taza en la mesa para proceder a levantarse, el hombre se acomodó el vestuario y dijo;

Solo un Fallo ~Killugon~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora