OneShot

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ㄧ Me gustas. De eso hablo.

ㄧ ... ¿Qué?

ㄧ No me hagas repetirlo de nuevo, SuWoong

Vaya que para el de pelo grisáceos - SuWoong - ese día se tornaba más y más raro.
Primero su madre le dejaba dormir más de lo normal, ella siempre le despertaba, a como diera lugar, a las 07:00 am, aun cuando era fin de semana. Y hoy le había dejado dormir hasta las nueve y algunos minutos extras.

Raro.

Luego su hermano le había dicho que lo ayudaría a construir la maqueta, que debía entregar en dos semanas, sobre una de las iglesias más antiguas de la ciudad. Por lo general SungJun lo ignoraba o simplemente le decía excusas para no pasar tiempo con él, por algún motivo desconocido, aunque aún con eso, SuWoong debía admitir que SungJun era un buen hermano, un poco solitario, como él mismo pero buena persona en sí. 

Más raro.

Y en la hora del almuerzo su padre, Lee HyoShin, había comentado que la directora del instituto en donde iba su hijo, había llamado para felicitar por su, hasta ahora,  buen desarrollo académico. HyoShin le había dicho que estaba orgulloso de él. Y le había sonreído.

Sonreído. A él. A SuWoong. Quién creía ser tan insignificante para su padre, como para que éste tan siquiera notará que seguía con vida, algo exagerado pero SuWoong seguía siendo un adolecente , y es que para HyoShin el único orgullo, el único ser perfecto para él, era su hermano: SungJun. No SuWoong. Sino SungJun.
SUNG - JUN.

Super raro.

Y ahora, su mejor amigo de toda la vida, venía, llamaba a su puerta para decirle que... le gustaba.
¿Gustar? ¿Cómo?

Realmente sólo faltaba que aconteciera el apocalípsis o algo por el estilo, para que fuera el día más caótico de todos los tiempos. Ya veía a su amigo saltando por una extraña felicidad si se tratara de algún apocalípsis de zombis. Después de todo su amigo era un loco a matar.

ㄧ ¿Gustar...? ¿A que te refieres con... "gustar"? ㄧ pregunto SuWoong, clavando sus ojos negros sobre su amigo.

ㄧ Gustar a... que estoy jodidamente enamorado de ti.

Bien, el chico lo había soltado.
Si, para JungKook era un tremendo alivio como también una condena de muerte el haber dicho aquello. Declararse era fácil, pan comido. Recibir la respuesta era lo complicado.
Las manos le sudan. Siente un remolino dentro de su estómago. Escucha a la perfección los latidos de aquel órgano vital que amenazaba por salir de su pecho. Siente que sus piernas pierden fuerzas y que en cualquier momento caería.

Se siente helado, frío como la nieve.
Deseaba llorar y es que ya se estaba arrepintiendo de haberse confesado.

Ufff, ojala la tierra se abriera y lo tragara vivo.

¡Maldita sea la cara tan imperturbable de SuWoong!

JungKook siempre odio eso de él. Nunca sabía lo que pasaba por esa cabeza de cabellos grises.
Siempre tan inmutable en ese tipo de cosas.

¿Estaba asqueado? ¿Confundido? En algún punto... ¿Halagado? Quizá no había escuchado bien o se estaba burlando de él en aquella mente..

ㄧ Eres mi amigo desde que eramos pequeños. Siempre estuvimos juntos, JungKook. Y ya eres alguien sumamente querido e importante para mi... toca reconocer, pero tú no me gustas de esa... manera.

Ya, matenme. ¿Y ahora que hago? pensó Jeon.

ㄧ Yo... lo siento. No debí decirte, te he puesto en una situación incómoda y... eh... lo siento. Creo haber malinterpretado algunas cosas, vi señales donde no las hubo, al parecer. En verdad, perdón.

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