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 Era increíble como se le revolvían las tripas ese día. El dolor en la boca del estómago. La vista desenfocada. Sentía que vomitaría en unos minutos si ese olor moribundo no se iba. Pero ahí estaba, en su avión, esperando a que termine el aterrizaje, esperando a que todo termine.
Quería que todo esté bien, que sus padres estén bien, que Ji esté bien. Deseaba que todo esté en orden en cuanto llegue a Corea, pero su dolor de estómago y ese olor profundo y horrible, le quitaba todo tipo de esperanza.

Aún faltaban unos minutos para que el aterrizaje termine; el avión temblaba y algunos niños se quedaban sumisos en el silencio, asustados por el movimiento.

"¿Ji también se asustará así?" Se consultaba mentalmente.

Luego del, no muy buen, aterrizaje; Jimin estaba perdiendo la cabeza en cuanto notó que su queridísimo amigo, Kim Taehyung, no se había tomado la molestia de llegar aún. Así que simplemente se sentó en aquella cafetería y pidió un vaso de agua, para quitar ese mal sabor en la boca que se llevaba encima.

 Aquel chico de cabellos rubios, aún con la mirada en cualquier lado notó como una persona, de por cierto; cero conocimiento, se sentaba en su mesa. Obvio lo entendería si no fuera porque la cafetería en vez de estar atestada de gente, como siempre, tenía al menos unas ocho personas, contando los que atendían allí —Disculpa, hay más mesas para ocupar. —Jimin decidió elevar su vista y ver a quién tenía en frente; un lindo muchacho de tez pálida, pelo negro, quizá unos diez centímetros más alto que él, delgado pero no tanto.
Iba vestido con un pantalón de chandal, un buzo bastante holgado, todo de negro con algunas líneas blancas por ahí.

—Perdona, es una mesa pública. —escupió el desconocido, con un poco de molestia.

El menor se quedó callado ante la actitud de aquél. Su agua llegó y su nuevo acompañante pidió un sándwich y pudo notar que también tenía una maleta de viaje. La curiosidad le picó.
—¿De dónde eres? —el menor tomó un poco de su agua quitándose el mal  sabor que tanto lo había torturado.

—De Daegu, pero vivo en Seúl —suspiró; él... ¿querría volver a Daegu después de todo lo que paso? Estaba tan dolido por la actitud de su, ahora, ex pareja.

El de cabellos negros decidió mirar con atención al chico que tenía del otro lado. Notó el malestar que llevaba su rostro; ojos hinchados, ojeras, cansancio por donde lo mires. —¿Y tú?

—Busán.

Veamos... ¿Qué es eso del amor? [YoonMin] 윤민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora