La Otra Realidad

Cuando una brujula se rompe

Te has imaginado el posible resultado de tus acciones o tus decisiones tomadas de otra manera.

Existen demasiadas teorías al respecto, una inclusive donde se habla de diversos universos paralelos, uno equivalente a cada decisión tomada diferente, una donde cada individuo puede ser algo completamente diferente a su versión en este universo. Te imaginas que sucedería si tuvieras frente a ti a tu otro yo, con un pasado similar hasta cierto punto, una apariencia similar o que si la decisión que tomo el camino no fuera tan reciente, que sucedería si te toparas con la versión de ti mismo que decidió jugar con juegos pirotécnicos hace 22 años y termino ciego o si una extremidad, te imaginas que tan diferente podrías ser, que valores habrían cambiado en base a sus diferentes anhelos o a sus diferentes valores cosechados.

Justo en este momento, varios organismos estudian los hoyos negros y los hoyos de gusano, estudian eso llamado "Horizonte de Sucesos" donde todo es uno a la vez.

Esta historia no es de reyes o príncipes, no es de héroes o mesías, ni siquiera es una historia de amor, esto es aquello que sucedió con mi hermano y no tiene nada que ver con el efecto mariposa, si no con una fuerza aun mas caótica escondida entre la argamasa que pega y mantiene unidas a todas la realidades, una fuerza que alguna vez fue considerada un Dios oscuro y en cuyo nombre fueron cometidos numerosos crímenes.

Para mí todo comenzó como cualquier otro día, el calor húmedo de mi departamento me despertó, ya era más de medio día, para algunos era demasiado tarde, para mí, era demasiado temprano. En ese entonces trabajaba como traductora para una firma europea, las asignaciones generalmente me llegaban a partir de las 1 de la madrugada, las separaba y comenzaba la traducción posterior a las 2 o 3, así que aún me faltaban 13 horas para comenzar mi día laboral, no era la primera vez que una pesadilla me atormentaba y me sacudía a despertar, honestamente esa era la razón por la cual trabajaba de noche, un motivo para mantener las luces encendías y actividades que me mantuvieran despierta mientras la oscuridad existía afuera de mi ventana. Ese día lo que me despertó fue el grito de Santiago, y la sensación de que me tomaba del hombro, de un brinco desperté y por unos instantes lo vi y al parpadear ya no estaba ahí.

A pesar de lo que cualquiera podría creer, esto no era raro, tanto Santiago como yo, desde que éramos muy pequeños habíamos manifestado algunas "cualidades" diferentes a lo que las demás personas poseían, siempre estábamos informados de lo que estaba sintiendo el otro en momentos de estrés, nostalgia o tristeza y no era atípico que nos percibiéramos aunque él estuviera a cientos de kilómetros de casa. Pero era la primera vez que lo había visto con una mueca horrorizada de desesperación en su rostro.

Lo que nosotros pensamos que es un pensamiento o razonamiento normal, para los demás no lo era.

Hace varios años, Santiago comenzó a pasar más y más tiempo con un antropólogo que era profesor suyo en el instituto, fue este señor quien ayudo a canalizar algunas de las habilidades de Santiago, siempre que pensaba en ellos era como imaginar a Qui-Gon Jinn y a Obi Wan Kenobi y moria de risa imaginándome a mi hermano usando una bata de baño como vestuario y caminando por la calle vestido asi.

No es fácil explicar muchos de sus cambios, puesto que mientras el tenia su despertar y su guía, yo me llenaba de miedo ante varias de las experiencias que comenzábamos a compartir. Una madrugada, al despertar, encontré a una niña parada en la puerta del cuarto de mi hermano, nosotros tenemos una hermana menor y enseguida pensé que era ella, postrada en la puerta como ante un mal sueño sin decidirse si entrar al cuarto o no, pero fue cuando puse mas antencion alado de mi cama que no te que mi hermana dormia profundamente y la cosa parada en la puerta de mi hermano comenzó a voltear, una parte de mi quiso taparse y ocultarse, otra, mantuvo los ojos abiertos en señal de cualquier movimiento, hasta que desaparecio, se esfumo a plena vista como si jamas hubiera estado ahí.