Muerto Por Dentro; El Suicidio de Mi Alma

Una pistola del calibre 34

Las noches se han vuelto mucho más largas desde que te fuiste. Ya el tiempo se ha detenido completamente, estoy atrapada en la pesadilla de la que se supone debíamos salir juntos.
Éramos uno, juramos seguir con la lucha, pero decidiste abandonarme.
¿Acaso todas esas noches de lloros, en las que nos abrazábamos con desesperación el uno del otro, no fueron suficientes?
Creí que todas esas noches de beber cerveza bajo la luz de la luna para olvidar nuestras penas eran algo solo nuestro.
Creí que todas esas canciones tan similares a la felicidad que anhelábamos eran nuestro vínculo.
Si tú caías yo te levantaba, y viceversa. ¿Por qué te fuiste, aún así? ¿Por qué a pesar de todo ya no estás?

¿Tan insignificante llegué a ser para ti? ¿Todas esas palabras de apoyo que me dedicabas cada día fueron solo eso; palabras, palabras huecas perdidas en el aire?
Al final mi oscuridad te opacó, no pudiste con la carga. Se te notaba tanto la desesperación.

Ya en si no es tu ausencia lo que realmente me carcome las entrañas, ni llorar sola en el baño a las tres de la mañana, tan siquiera irme a dormir con lagrimas resbalando por mis mejillas es algo que me afecte si tú ya no estás. Lo que más me duele es que me hayas mentido, que me prometiera el sol, el cielo, la luna y las estrellas y me hayas dado solo la esperanza de que algo así podría sucederme. Te odio por haberme hecho creer que era algo cuando no era nada.
¿Tanto te costaba decirme; "Acepta que esta es tu situación, es lo que hay."? Claro que sí, te encantaba ser optimista y llenarme, llenarnos, de ánimos y esperanzas que al final se quedaban en eso; esperanzas que no llegarían nunca a ser una realidad. ¿Pero qué iba a hacerte yo, si eras lo único positivo que me quedaba de toda la masacre? ¿Qué iba a hacer yo si me aferraba a ti como un bebé a su madre? Dímelo; ¿Qué iba a hacer yo, si era tan inestable, tanto que dependía completamente de ti?

Fuiste cobarde; preferiste quitarte la vida antes que finalizar esta guerra conmigo, tal y como los soldados hacen cuando ven oscuridad y desesperación en el campo de batalla.
¡Maldita sea! ¿Porqué me abandonaste?¿Porqué te quitaste la vida esa noche fría?
Ahora estoy aún más vacía, más sola, más hundida que nunca, y no pensaste en ello en ningún instante.
Te quería tanto a mi lado, eras tanto para mi. Y ahora de repente te has ido.

El suicidio de mi alma, eso es lo que ha pasado; ese es el acontecimiento que ha marcado mi antes y después.
Mi alma se hartó tanto de mi que no pudo con la carga de mis problemas y de los suyos propios.
Mi alma se hizo cenizas dentro de mi cuerpo; es lo único que me queda de él junto al hueco que ocupaba en mis recuerdos.
Mi alma simplemente ya no está aquí.

Vuelvo a la casilla de inicio, no he hecho más que ir en retroceso.