¿Que es la felicidad?

El sonido de la guerra Parte 1

La vida nunca es justa. Puedes nacer sin padecer, o nacer y padecer. Todo depende de dónde te ponga el destino. La vida es compleja, uno nunca elije las circunstancias. Ellas te elijen a ti.

Tampoco puedes elegir a las personas que te rodean en tu infancia. Ellas simplemente son un evento en reacción del lugar en que naces.

En este caso Wei Wuxian no eligió a las personas con las que vivía. O más bien, no tuvo elección. De haber dicho "no" en el momento en que Jiang Fengmian le ofreció adoptarlo, probablemente habría muerto de hambre en las calles desde hace mucho tiempo. Eso, o devorados por los perros.

No todo era malo. Al menos llegar a ese hogar le permitió conocer a sus hermanos adoptivos.

No todo era malo.

Solo ella era la mala.

Wei Wuxian no eligió su vida. Sin embargo tenía que atenerse al nuevo mundo en el que vivía.

El futuro siempre es incierto. Nunca sabes a quien conocerás. El mundo está lleno de un sinfín de posibilidades. Buenas o malas. Solo tienes que esperar y tomar las decisiones que te parezcan correctas.

-Límpiate. No quiero que mis hijos y esposo te vean así cuando regresen de su viaje.-dijo con desdén Madam Yu.

Wei Ying asintió. Reprimiendo el sufrimiento y rencor que sentía, tomo sus cosas y se dirigió al baño en busca de agua con la cual limpiar sus heridas y la sangre que chorreaba de su nariz y boca.

Siempre era lo mismo cuando Jiang Fengmian y sus hijos salían. Madam Yu aprovechaba su ausencia para golpearlo y humillarlo lo más que podía.

"Tal vez sería mejor estar muerto".

El tiempo siempre era eterno. Monótono, constante, aburrido. Su vida estaba vacía. Wei Wuxian se preguntaba cómo seguir viviendo. Si valía la pena seguir haciéndolo.

Se preguntaba si algún día llegaría el momento en que conociera a su alma gemela. Alguien que lo amara y no lo rechazara. Eso es todo lo que deseaba.

La gente decía que tu alma nunca te rechazaría. Que te amaría de forma incondicional. A pesar de los malentendidos, las peleas, la distancia, o lo que se cruce en su camino, siempre serias lo principal en su mundo. Estaría contigo en todo momento. Estaría orgullosa de tus logros. Te seguiría amando a pesar de tus fallas. Aceptaría todos y cada uno de tus defectos y no intentaría cambiarte. Únicamente te amaría y te protegería.

Wei Wuxian anhelaba encontrarse con su alma gemela.

¿Qué clase de persona seria? ¿Sabría reconocerla? ¿La reconocería al instante? ¿Su alma gemela también lo haría? ¿Lo trataría bien?

¿Conocer a su alma gemela le daría la respuesta a la pregunta de su corazón? Wei Wuxian ansiaba la respuesta.

"¿Qué es la felicidad?"

¿Su alma gemela le traería la felicidad? ¿Sabría el significado de esa palabra?

Al menos de lo que si podía estar seguro es que cualquier lugar era mejor que estar bajo la tutela de Madam Yu. O al menos eso esperaba. No estaba seguro de poder soportar toda una vida de dolor y miseria.

No había cosa que más odiara que ese pensamiento. Bueno, tal vez lo había. Y eso era la guerra.

La guerra era un enemigo tan grande y destructivo como una ola, llegando sin aviso y arrasando con todo a su paso. No había ni una pizca de misericordia en ella. Era sangre y solo eso. Una lucha por el poder y solo por el poder. La opresión del más fuerte al más débil.