22. Sé Feliz con Quien Amas

221 11 3
                                    

- Meg.- Ella volteo esperando que una gran idea saliera de los labios de la mujer, pero si no fuera porque reflejaba tristeza, sin duda hubiera acertado.

-No sé qué hacer.- la mujer apretaba sus puños dejando marcas de sus uñas en ellos. Tenía mucho miedo. En primera por la posibilidad de deshacer la relación de su hijo y de que este lo odiara aún más de lo que ya lo hace. Y en segunda de que una relación que estuvo destruida durante mucho tiempo, ahora desapareciera.Sam se preguntaba como no lo pudo notar era muy obvio, los ojos y el color tan peculiar de su cabello, esos grandes detalles de los cuales no puso atención

- P-puedo yo irla a dejar a su casa.- Samantha no entendía muy bien como eso iba a funcionar, pero no tenía más ideas.

-Ya regrese, ¿de qué me perdí?.- decía Rosa feliz.

-Mamá, me gustaría a mí dejar a Sam y tener una platica con ella para conocerla un poco.- La pelirroja estaba un poco confundida.

- No te preocupes se nota que es una buena persona y merece estar en nuestras vidas.- Antes de que Meg continuara, Sam se paró y puso su mano en el hombro de Meg.Mientras Rosa las veía confundida, no se podía hacer una mínima idea de lo que pasaba.

-Meg, creo que tú mamá tiene que saber.- Meg la volteo a ver preocupada, pero sabía que Sam lo había pensado lo suficiente así que solo suspiro y se retiro.

- vámonos Rosa.- Samantha agarro a Rosa del brazo y se dirigieron al coche que ya estaba afuera listo para ser arrancado.

- Te ayudo a subir,- decía rosa abriéndole la puerta a Sam, quien se preocupaba un poco por lo que podría pasar, sabía que a veces Rosa podría ser una persona temperamental y no reaccione de una buena manera a todo esto.

...

-Llegamos.- Al oír eso Samantha tembló.

- Te noto algo angustiada, vamos espero que no te preocupes demasiado por el desastre en casa.- Sam probablemente tenga cosas tiradas por toda su casa, pero el desastre a penas iba a empezar.

- No, no es eso.- soltó Sam molesta e hizo que Rosa se sorprendiera un poco.Sam solo tomo mucho aire y decidió hablar.

- Rosa, quiero que sepas que nunca, nunca en la vida te olvidé y no creo poder hacerlo algún día.- La de ojos grises tomo las manos de Rosa. La pelirroja notaba como las manos de Samantha temblaban.

- ¿Qué pasa Sammy?.- La pelirroja se preocupó cuando vio que Sam cerró los ojos y salieron unas lagrimas.

- Rosa te amo, pero hay algo que necesitas saber porque amo a mi hijo y no quiero arruinarle su vida.- la pelirroja estaba extrañada y algo enfadada.

-¡ ¿Temes que tu hijo te odie por salir con una mujer ? !.- Rosa ya se estaba alterando más de lo que Sam estaba.

- N-no no es eso.- Samantha hablaba de manera silenciosa, como si temiera que alguien la escuchase, y así era.

-¡¿Entonces qué?!, ¡ ¿A caso fue mi hija?!.- Sam tenia miedo, pero si no hablaba esto iba a terminar igual a como pasó hace años.

- ¡Rosa calmate!, ¡ Solo no quiero arruinar la relación de mi hijo!.- Sam gritó, lo cual era muy raro porque ella siempre trataba de mantenerse calmada, pero ahora no podía.

- ¿Cómo?.- Rosa estaba demasiado confundida

-Deberías irte.- decía Sam saliendo del carro triste y derrotada.

-No Samantha, dime lo que pasa.- La contraria solo se acercó a la ventana para despedirse y abrir la puerta de su casa. Pero Rosa quien parecía que ya se había ido, estaba siguiéndola en silencio.

Enamorado del chico Malo (Foxtrap)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora