Algo que no soy || JULIANTINA ♥

Capitulo XI - El azul de tus ojos

Habría deseado tener un poco más de tiempo para poner todo en orden, el departamento, mi ropa y sobre todo mis pensamientos. Pero, tiempo era lo que me faltaba, Valentina esperaba tras la puerta y yo estaba a punto de sufrir un colapso, me observe rápidamente en el espejo y renegué mi estado impresentable, definitivamente los pantalones del pijama no me hacían lucir nada bien y los agujeros de mi camiseta no mejoraban la situación, pero ¿para qué iba a juzgarme? Todos tenemos derecho de parecer indigentes un domingo por la noche en casa. Tome apresurada un sweater del perchero y lo deslice a través de mí, acomode mi cabello con mis manos y antes de abrir la puerta tome una gran bocanada de aire que retuve dentro de mis pulmones.

Hola – Salude a Valentina con una sonrisa.

Hola – Respondió devolviéndome la sonrisa. Lucia nerviosa, quizás un tanto insegura algo que no había notado nunca en ella, sin embargo ¿quien no lo estaría luego de haber compartido aquel beso?

Hola – Susurre nuevamente haciéndola reír. La acompañe en su risa mientras observaba como se achicaban sus ojos y sus mejillas se pintaban de un color rojizo.

Perdón por venir sin avisar – comento apenada luego de que ceso su risa. Pensé que de ninguna manera debía disculparse, definitivamente agradecería cada una de las veces que se apareciera en mi vida sin avisar.

Puedes venir siempre que quieras Val, pasa –Me hice a un lado y la vi pasar directo al sofá, sonreí al pensar en todas las conversaciones que se estaban dando ahí aquel día.

¿Quieres algo de tomar? ¿Vino? – Pregunte mientras cerraba la puerta del departamento.

Estaría bien, ¿Te había comentado lo lindo que es tu departamento? – Sonreí mientras negaba con la cabeza, en realidad, el único comentario que oía era el de mis pensamientos diciéndome lo linda que se veía sobre mi sofá. Cerré mis ojos rápidamente y mordí mi labio inferior ante mis pensamientos.

¿Por qué haces eso? – Preguntó.

¿Hacer qué? – La mire mientras encarnaba una de sus cejas.

Eso con tus labios – Me reí y me retuve antes de hacerlo nuevamente - ¿Lo ves? Lo ibas a hacer de nuevo. Es realmente sexy.

Sentí mis mejillas sonrojarse  inmediatamente, todo el tiempo me estaba matando con su honestidad, esa forma de ser me tenía totalmente desequilibrada, pero me encantaba. Sin embargo, aún no había conseguido manejar ese tipo de situaciones por lo que hice lo que siempre me salía bien, correr. En la cocina decidí que solo dos copas de vino no serían suficientes por lo que decidí aventurarme a llevar la botella completa junto a las dos copas vacías. Ya en el sofá serví las dos copas y le acerque una a Valentina.

Gracias – Tomo la copa entre sus dedos y dio un pequeño sorbo - Es adorable todas las veces que te he visto correr huyendo de mí.

No huyo de ti – Me defendí a pesar de saber que estaba en lo cierto.

Lo haces, pero de alguna manera me gusta ocasionar eso en ti – Pude ver un gran sonrisa instalándose en su cara.

Estas siendo muy presumida – Reí -¿Cómo puedes saber lo que ocasionas en mí?

Bien, eso es fácil. Me lo confesaste ayer – Sonreí. 1 punto Valentina 0 Juliana.

Sobre eso... - Comencé nerviosa.

Tenemos que hablar. Por eso estoy aquí Juls – Completo antes de que pudiera continuar. Tome el resto de vino que quedaba en mi copa y rellene nuevamente mi copa, al parecer estaba tomando bastante rápido porque la copa de Valentina aún estaba llena.