Otro día más otro día menos,me gustaría decir que los rayos de luz que entran por la ventana me despertaron cuando en realidad fue debido a 15 llamadas perdidas de Seulgi-ah eso significa »peligro«,1..2..3 ¡Hola muerte!
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–Hasta ahora me contestas–sonaba irritada
–Lo siento Seulgi–ah me quedé dormida,te veo en la empresa ¿Si?–trate de sonar lo más tierna posible.
Misión cumplida
–Joo–shi date prisa–y cortó la llamada.
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Mis rodillas dolían de nuevo fallé,si sigo así nunca podré debutar,¿Porque no puedo?.
–Bae ¿Acaso no puedes hacerlo?–la entrenadora me regaño,estaba molesta,su seño estaba fruncido.
–Perdóneme Entrenadora Song –me incliné.Los ojos me ardían era tan débil ¿Porque iba a llorar?
–Solo me has demostrado que eres una cara bonita–me miró con resentimiento. Si algo eh aprendido durante este tiempo es que de verdad me odia.
–Entrenaré más tiempo
–El tiempo no compra el talento–escupió sin importarle mis sentimientos–No salgas hasta que puedas hacer algo tan simple como una coreografía.
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Me dirigí hacia la cafetería antes de seguir ensayando,creo que debería dejar de comer si quiero ser una Ídol,no puedo seguir así.
–Joo-shi ¿Estás bien? Tus ojos están llorosos –coloco suavemente su mano sobre mi hombro–¿Quieres comer?
Sólo pude asentir,me limité a pedir una ensalada y ella unas galletas con chocolate caliente.
–¿Qué sucede? ¿Te regaño de nuevo?–pregunto preocupada.Realmente es hermosa a pesar de tener una expresión seria una vez que la conoces te das cuenta que sus ojos irradian felicidad,su piel blanca tal como la porcelana sin ninguna imperfección,sus labios pequeños y finos,un cabello sedoso,todo en ella es perfecto.
–Si unnie ¿Tengo talento?–suspire frustrada–¿Soy solo una cara bonita?
Me dedico una dulce sonrisa,quito el pequeño listón morado que envolvia la bolsa de galletas y comenzó a hacer una pulsera.
–¿Piensas eso de ti?–solto una pequeña risita–Woah no te han enseñado que no debes dejar que te ahogen en un vaso de agua ,si piensas así el mundo terminará creyendo eso de ti, tómate ese vaso de agua.
Tomo mi brazo y colocó la pulsera con total cuidado.
–Lo haré unnie ¡Lo prometo!–mis ánimos estaban arriba de nuevo.
–No lo prometas, demuéstramelo...
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Como las hojas del cerezo quiero volverme hermosa,la persona a la que le sonríes no soy yo.
