Te ví sentáda en la mísma banqueta de la cafetería, sola.
Me pregunté porque siémpre te sentábas ahí.
Me acerqué a tí.
Tú me miráste y esforzástes una sonrísa, de igual manera se te hiciéron los hoyuelos en tus hermosos cachetes.
Lo primero que me dijíste que ayer llegástes a la conclusión de que tú también estábas enamorada de mí.
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TE ME FUÍSTE.
RomanceQuisíera retroceder el tiémpo para que vuélva a brillar mi sonrísa y dárte un abrazo muy fuérte.