Una cita, vergonzosa.

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Skj: ¿Quieres ir a una cita conmigo?.

T/n: Claro que sí. - Sonreí contenta y emocionada ya que era nuestra primera cita.

Skj: Te veré a las 7:00, así está bien para que te pongas más linda de lo que ya eres. - Tomó mi mentón con su dedo índice y pulgar para acercar mi rostro al suyo y brindar un dulce beso en él que sonaban esos típicos chasquidos;
un leve sonrojo apareció en mis mejillas, tomó mi mano y ayudarme a levantar para después retirarse con una leve sonrisa.

Limpié los pedazos de pasto que quedaron adheridos a mis piernas y caminé hasta los casilleros, haciéndose sonar un satisfactorio sonido en todo él pasillo debido a mis zapatos y al meticulosamente limpio piso, que con el reflejo de la luz brillaba en exceso.

Abrí mi casillero, dejé mis cosas y me detuve a apreciar mi rostro unos segundos en un espejo que estaba pegado a la puerta, sonreí y cerré la puerta para marcharme de aquel lugar.
Llegué a mi casa y saqué un buen conjunto.

Fui a un local de ropa cerca del restaurante, recibí un mensaje de Seokjin: "Ya estoy aquí".

Le mandé una foto mía para después al parecer, volverse loco.

Con una risa apagué mi celular y fui a donde Seokjin dijo que nos encontraríamos

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Con una risa apagué mi celular y fui a donde Seokjin dijo que nos encontraríamos.

Al verme sonrió como nunca antes he visto, y se tomó un tiempo para analizarme con ojos críticos para después enredar sus manos en mi cintura como la seda.

Skj: Te ves preciosa amor. - Depositó un dulce beso corto en mis labios.

T/n: Y tú, ¿No te haz visto? pareces un príncipe. - Solté una risa fugaz y cálida, para aferrarme a su brazo como si de un bebé se tratara.

Entramos tomados de la mano, nos dieron una mesa para dos personas y nos sentamos tranquilamente.

Skj: Hoy en esta dulce velada, me encantó pasar por tu presencia que da color a mi pobre existencia comparado con tu reinado. No hay uno que se puede igualar por que tu presencia hay que respetar; y a la reina de mi alma hay que alabar.

T/n: Wow, eso fue hermoso... - Dije sin palabras, una 'O' se formó en mi boca para después aplaudir y sonreír con un sonrojo.

Skj: Lo compuse para ti, princesa. - Me guiñó un ojo y tomó un sorbo de la copa de vino tinto que sostenía en sus manos.

T/n: Hay que tener un desfalco del cielo amor. - Acaricie su mano donde hace unos segundos una sostuvo una copa de cristal.

Charlamos y charlamos, hasta que un mesero dio paso a nuestra mesa y pidió nuestra orden.

Seokjin tomó mi consejo y dejó aquella soberbia que usaba en todas sus frases, pero esta vez uso su arma secreta: "Su belleza", habló de su rostro y como él hace sus limpiezas faciales, para después analizarme; debido a que estaba sentada solo pudo verme cintura para arriba. Sonrió y pronunció con esa voz tan fuerte y predominante, pero a la vez suave y cálida que era uno de sus tantos atributos, que me hacía tener la piel de gallina, no me enfocaba en lo que decía, solo veía sus cautivantes labios grandes.

Skj: ¡Hey, T/n!, ¿Estás aquí?, ¿Sigues viva?. - Dijo chasqueando sus dedos para recibir una dosis de atención, que unos segundos después recibió.

T/n: ¿Sí?, ¿Qué dijiste?. - Volví a la realidad y solte una risa para justificar mi acción.

Skj: Que tengo a la novia más hermosa y perfecta. - Sonrió coquetamente y beso mi mano delicadamente como todo un caballero, me dejó babeando y él sólo sonrió.

Dimos otra buena charla, hablando de varios temas incluidos la escuela, nuestra relación y los eventos que se celebran en t/p próximamente, a Seokjin le interesa mucho su cultura.

Después terminamos de comer, armé un gran sermón porque yo quería pagar pero él término ganando.

Fuimos a la playa que se encontraba justo enfrente del restaurante, nos quitamos los zapatos para que estos no se hicieran feos y pasamos por la suave arena, él sol con tonos naranjas y amarillos acobijó a la luna y rodeaban grandes nubes, saqué de mi bolso una cámara pequeña y capturé aquel mágico momento.

En cambio, Seokjin me miraba en un ámbito raro, tipo: ¿Qué hace con esa cámara?, ¿Por qué le sonríe al sol?, él no le mostraba importancia a mi gran pasión, que para mí era lo mejor del mundo.

Acabé de tomar la maravillosa foto y seguimos con nuestro camino, fue algo incómodo para Seokjin ya que había un silencio penetrante que callaba mi sentidos de la razón y apresure el paso.

Seokjin me dejó en mi casa y llegué atormentada por nuestra cita que fue más incómoda que buena.

Me tiré en mi cama agotada y mi mascota: Kristal llegó a consolarme, aunque es una pequeña bola de pelo hizo lo posible por verme sonreír, lamió mi cara haciendome soltar risas, se acostó en mi pecho en señal que quería caricias y acaricie su pequeña cabeza.

4:38 am.

Una luna reflejo mi ventana haciéndome que me despertara, mientras él cálido manto de las nubes a su alrededor se esparció por el mar de cielo que pasaba y se llevaba mis vergüenzas, mi aliento se reflejo por él frío de la ventana y la abrí.
un fresco aire se llevó mi largo pelo y lo dejó acariciar por la brisa; me rodeé en las estrellas y suspiré en forma de relajación, tomé mi cámara para captar el hermoso paisaje que sólo se podía mirar por mi ventana.

Kristal se levantó al no sentir mi cálido pecho, la tomé en mis brazos y la lleve a la cama junto conmigo, la volví a recostar en mi pecho pero con una manta que ella tenía y amaba, acaricie su pequeño cuerpo para darle un servicio a domicilio de mini spa canino, solté una risita silenciosa al verla relajada dormida y me dormí profundamente.

Al día siguiente sentí algo en mi rostro, era Kristal, lamiendome para despertarme, como era raza pug, su colita enroscada pegaba en mi abdomen y abrí mis ojos con una sonrisa, jugué con ella un poco para dejarla en la cama y irme a tomar una ducha.

Saqué de mi armario mi uniforme de basquetball, juego como capitana del equipo femenino, aunque no entienda mucho las explicaciones de los maestros coreanos, lo soy, en t/p era más fácil.

Tomé mi chaqueta gigante que uso para taparme el uniforme, ya que para mi estilo muestra mucha piel, me hice una coleta en el pelo, tomé mi mochila y me fui corriendo a mi auto para dirigirme a la escuela.

Hoy tenía práctica ya que daríamos un partido para demostrar a nuestro nuevo profesor el equipo femenino, salí del auto, de nuevo captando las miradas de todos por mi uniforme pero ya estaba acostumbrada, fui hasta el gimnasio donde estaban practicando los del equipo masculino, me senté silenciosamente en una silla que se encontraba hasta el fondo de el gimnasio a ver, después de su práctica un tipo alto, pelo castaño claro vino hacia mí.

???: Eres la capitana del equipo femenino, ¿Verdad?. - Preguntó limpiando su sudor con una toalla.

Me sorprendí por la repentina acción y respondí.

T/n: sí, ¿Y tú eres?. - Dije con un tono curioso.

???: Yo soy él capitán del equipo masculino, me llamo Jeon Jungkook.

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