Capitulo 2

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A la mañana siguen había dormido muy pocas horas y agradecí a Dios  que el partido fuera a las diez y no ha las ocho como cada sábado. Me duche media dormida y fui al campo. Pero la noche había valido la pena, me lo había pasado muy bien y conocí a un grupo al cual admiraba y a Minho, un chico encantador y divertido, nos lo pasamos bien hablando y riendo, no tenia esperanza de que viniera al partido, seguro que como mucho me mandaría un mensaje de compromiso por si nos volvíamos a ver. Por eso cuando lo vi en las gradas no pude dejar de sentirme alegre y nerviosa. Mi equipo gano dos a cero. Me duche otra vez para despertar (todavía pensaba que estaba soñando). Me despedí del equipo y él me estaba esperando junto a su coche de color plata, un deportivo. Llevaba unas gafas oscuras y una sudadera azul y gorra, iba de incógnito pero es difícil pasar desapercibido cuando eres tan alto y se tiene un cuerpo como el de él que se pone cualquier cosa y se ve bien. 

-Felicidades Gran partido.- Me sonrío. Dejándome ver sus preciosos y blancos dientes entornando sus ojos. 

-Gracias, no pensé que vendrías.- Le dije todavía incrédula. Haciendo una leve reverencia.

-Me apetecía venir.- Hubo un silencio incomodo. Sonrió esta vez sin abrir su boca. Abrió la puerta de su coche.- Venga vamos a comer algo que estoy muerto de hambre.

Sonreí y entre en el coche. Me puse el cinturón de seguridad. Él cogió mi bolso de deporte y lo puso en el maletero. Cuando se sentó en el coche, me miro y sonrío otra vez. El coche era impresionante, nunca había estado en un deportivo como ese con tapicería de cuero blanca.

-Bueno ¿Adonde vamos? Si es posible que no sea muy publico.- Abrí mis ojos sorprendida, el enseguida se puso nervioso e intento excusarse.-No quiero decir que no haya mucha gente, ya que las fans no nos dejarían estar tranquilos.

-Conozco el sitio ideal para ello. Sigue recto por esa calle y el la segunda giras a la derecha. Hay una tienda muy buena.

Al llegar a la puerta de la tienda, le pedí que me esperara que volvería enseguida. Al volver con la comida unos dumplings.

-Ya estoy, ahora sigue por esta calle y giras la primera a la derecha y sigues unas cuantas calles, te indico donde parar.

Se le veía emocionado y curioso de donde lo llevaba. Al fin llegamos, me baje y le indique donde podía aparcar su precioso coche. En el parking de un edificio antiguo. Nos bajamos y subimos por el edificio por el monta cargas. Conocía muy bien el lugar, cuando llegue por primera vez a Corea habían  vivido a una calle del edificio y el vigilante me conocía, entrenaba a su hijo en el equipo y me dejaba ir aveces, ya que la azotea tenia unas vista preciosas.

-Pasa no es el lugar mas lujoso, pero es tranquilo.- dije mientras acercaba las sillas de playa a la mesa de camping, que había.

Nos sentamos en las sillas de camping y en la mesa que había, puse la comida y las bebidas que había comprado.

-Debí haber ido a comprar yo. - su mirada era avergonzada.

-Tranquilo, si hubieses salido. Quien sabe lo que hubiese pasado.

-Si el salir a la calle es complicado. Menos mal que los managers están para ayudarnos. 

-La fama cuesta. 

-Si.- tono afligido.- no hablemos de trabajo, mejor aún prohibido el tema trabajo. 

-Esta bien.

-La comida esta buenísima. La próxima te invitare yo.

-¿Eso quiere decir que abra una próxima?

-Claro, ¿si quieres? Es fácil hablar contigo. Cuéntame cosas de tí ¿tienes hermanos? ¿Y tus padres? Es que estoy curioso.

Boy Meet LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora