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-¿Te divertiste mucho hijo?¿Te gustó mucho la película? - Dijo aquella Mujer que tanto amaba, mi mamá, mientras sujetaba mi mano izquierda. Pues en la derecha llevaba un auto de juguete que me regalo.

-Si mami, gracias. Es mi mejor cumpleaños. Te amo mamá.

-Yo también te amo hijo mío, ya estas grande, todo un hombrecito. - Sonrió

- Solo tengo 8 años mamá, acabo de cumplirlos. Aun voy a la escuela elemental y no tengo novia. Soy un niño- dije y escuche su linda risa.

- Kookie, hijo mío, sé que tienes 8 años. Se que eres aun un niño pero para mi ya eres un hombrecito, mi hombrecito- me miró y Sonrió al igual que yo. Nos detuvimos y mamá alzó la mano para parar un taxi. Nos acercamos a aquel automóvil y escuchaba a mamá que hablaba con el hombre, abrió la puerta y subimos - Apenas que lleguemos tomarás una ducha y dormirás. Ya Kookie. - Dijo, la mire y yo asentí. Ella me rodeo con sus brazos y yo me apoye en ella, era tan cálida, me sentía protegido.

Podía ver por la ventana como todo pasaba, como recorríamos el camino. Estaba tan tranquilo, por el momento todo era perfecto.

Poco a poco mis ojos se estaban poniendo pesados, pero la voz de mamá me alarmó - Señor este no es el camino - me removi y la mire, se notaba exaltada, el señor respondió con que era un atajo para llegar mas rápido, lo cual mi mamá asintió un tanto dudosa luego me miró a mi y me Sonrió mientras comenzaba a sobar mi cabeza, todo estaba bien.

Después de un buen tiempo, Sentí que alguien me abrazo fuerte lo cual me despertó y vi que era mamá estaba asustada, estaba llorando, me preocupe mucho por ella y dirigí mi mirada a lo que ella estaba observando, al señor, tenia un arma en la mano y el auto ya no se movía.

-Muñeca será mejor que estés tranquila si no quieres que lastime a ninguno de los dos - dijo aquel sujeto.

- Por favor déjanos ir, te daré el dinero que quieras pero por favor déjanos. No nos hagas daño, no le hagas daño a mi hijo - dijo mi madre entre lágrimas mientras se aferraba más a mi, yo tenia miedo, estaba asustado.

- Primero dame tus cosas - dijo el sujeto, mamá no dudo y le dio su cartera - bien, ahora quiero que estés tranquila no hagas nada, no intentes nada sino no dudare en disparar a cualquiera de los dos - mi madre asintió y me miró seguía llorando al igual que yo. El auto estuvo de nuevo en movimiento.

Cada vez nos alejabamos más de la ciudad, nos alejabamos más de casa.
Se hacía más de noche y estábamos en medio de lo desconocido, en una carretera que através de la ventana lo único que se podía observar era oscuridad. Era una especia de campo. Era algo desconocido total para mí.
Lo único audible era las llantas del automóvil que sonaba con el pasar de unas piedras. Mamá seguía llorando, yo no sabía que hacer, tenía mucho miedo, quisiera salvarla quisiera hacerla sentir tranquila, quisiera estar en casa con ella. Me aferre más a ella.
Seguimos avanzando hasta que el auto se metió entre el campo y se detuvo.

-No intenten nada - dijo el sujeto hacia nosotros y luego prosiguió en bajarse del auto.

- Mamá donde estamos - le dije.

- No lo sé - me dijo - pero no te alejes de mi ¿de acuerdo?

- Ya mamá pero ¿porque estamos aquí? ¿Volveremos a casa?

- Si hijo - me dio un beso en la mejilla mientras me abrazaba - volveremos a casa, te lo prometo.

- Ya mamá, te amo- escuche un sollozo de su parte.

- Yo también te amo mi cielo.

El tipo volvió a entrar al auto y lo encendió, comenzó a meterlo en un cochera y lo apagó. Se bajo y abrió la puerta del lado de mi madre y comenzó a sacarla pero mamá no me soltaba, comencé a llorar al igual que mi mamá - Ven acá maldita puta - dijo el señor - Acaso quieres que mate a ese bastardo - mi  mamá  me soltó y ella salio del taxi y fue arrojada al suelo, yo me removi del auto y me baje abrazando a mi mamá, no la iba a dejar. Sentí que el señor me jalo de mi casaca, tenía mucho miedo al igual que mi madre y me golpeó en la cabeza con su arma, lo último que escuche fue el grito de mi madre.

Desperté exaltado, todo sudoroso con escalofríos. De nuevo esas pesadillas.
De nuevo esos recuerdos. Hasta ahora me siguen atormentando.

Vi el reloj, era temprano las 6 de la mañana. Me levante de la pequeña cama y me dirigí al baño, al pasar por la cocina vi al señor, estaba preparando el desayuno - Buenos días amo- dije.

-Buenos días Jungkook.

Seguí mi camino al baño, hice lo debido luego me lave el rostro y los dientes. Debía de cuidarme porque no creo que el se preocupara por mi.
Me dirigí a la cocina y vi el desayuno en la mesa, mi amo estaba leyendo el periódico, alzó la vista me observó y la bajo de nuevo a donde estaba con anterioridad. Me senté y comenze a comer, una taza de leche y un pan con mantequilla, estaba todo en silencio y me agradaba eso. Al terminar agradecí- Gracias amo- y me levante para limpiar los servicios, pero su voz me detuvo.

-Jungkook - dijo, volví a sentarme y lo observé - Ya no quiero que me digas amo, siento que es muy serio. Te diría que me digas papá o padre porque todo este tiempo te he estado criando yo, bueno no de la mejor manera pero estas,digamoslo así, sobreviviendo. Yo he estado para ti todo este tiempo ya que tu... - Se detuvo, sabia que iba a decir - olvídalo, pero dime Tío eso si suena algo suave y pasable ¿Esta bien?

Asentí - esta bien - dije, el asintió y termino de tomar su desayuno. Me incorpore de nuevo y agarre las dos tazas para así poder lavarlas.

Las lave y luego agarre un trapo para poder así limpiar la mesa. Al dirigirme a ella el señor ya no estaba supuse que estaba en la sala. Al terminar me dispuse a ir a ella y sí, efectivamente si estaba sentado en su sillón que solo era para uno mientras encendía la televisión, yo me senté en la alfombra roja que adornaba el suelo, mis piernas estaban dobladas y coloque mi codo encima de mi rodillas para así recostar mi cabeza entre mis manos. Noticias, muerte, desaparición y más muerte. Como siempre.

-Jungkook recuerdame cuantos años tienes - dijo mi ahora tío, voltee a verlo, el me veía.

- 21, en setiembre cumpliré 22 ¿Porque? - Dije. Vi como asentia.

- Ya eres un hombre y pues como verás, nosotros los hombres queremos mujeres para satisfacernos ¿sabes a que me refiero no?- dijo.

Si sabia a que se refería, lo había leído, solía leer libros que el tenía acá en la casa, tenía demasiados para ser un asesino. Me estaba hablando de tener sexo con una mujer. Asentí.

- ¿Así? A que me refiero según tú - dijo burlándose.

- A que tenga un encuentro sexual con una mujer - dije, el sonreía.

- ¿Y como sabes esas cosas tu?

-Pues tienes muchos libros, los he leído todos incluso ahora los estoy releyendo. Hay uno que me gusta, biología, y pues hay habla de la reproducción humana. Además lo que veo en la televisión, me asegura a que quieres que tenga sexo.

- No sabia que leias -dijo- me dices que te gusta el de biología, entonces comprare más de esos libros ¿ te parece?

Asentí y sonreí - si, por favor. Estaría muy agradecido - dije.

- Esta bien - dijo mientras se levantaba - ya iré a trabajar, ya sabes que tienes que hacer y quizás en la noche te traiga esos libros.

- De acuerdo - dije, Veía como tomaba su casaca, sus llaves Y se fue. Volví a mirar la televisión, las noticias.

LONELY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora