En el pueblo hay cientos de leyendas que hablan acerca de criaturas mágicas, que habitan nuestro mundo, sinceramente yo no creo en ellas. Pero, ¿Cómo explicaría la existencia de la legión de cazadores o de los cristales?
Además tengo una ligera sospecha de que alguien me vigila desde que tengo memoria, mi padre me dice que son malignas, hadas malas. Cualquiera diría que son tonterías pero yo no, pues mi padre es el líder de la legión así que como no creerle.
Hasta donde yo sé mi vida era totalmente tranquila con la misma rutina de siempre, trabajaba en la panadería del pueblo, me ayudaba en el cuartel, además de ir al lago al final de mis tareas para relagarme. Jamás crei que eso cambiaría.
Últimamente el pueblo está en alerta pues se rumorea que malignas andan muy cerca de aquí.
O bueno hasta el día de hoy era un rumor.
Eran las nueve de la mañana cuando las grandes puertas se abrieron, dejando pasar a un miembro de la legión con algo en su espalda, mientras se dirigía hacia su cuartel
Llamaba mucho la atención así que como buen curiosa que soy, decidi acercarme.
Hasta que.
-Armelle -quedé congelada -¿Qué te he dicho sobre espiar?
Ok, no me esperaba que mi padre me haya descubierto.
-Que no es propio de una señorita andar en los asuntos de otras personas. -hable, y sutilmente mi mirada se dirigió hacia el cuerpo que metían al almacén.
-Exacto, ahora hazme el favor de ir a buscar fruta para el escuadrón. -le entregó una canasta.
-Pero ¿qué no se puede comprar en el mercado?
-Bueno, yo quiero que lo vayas a conseguir del bosque.
Y aquí me encuentro caminando en el bosque, manchando mi hermoso vestido de lodo ¡agh! ¿A quién engaño? Simplemente quiero acabar e irme.
El clima cada vez es más frío y la ligera y delgada capa que traigo puesta no me sirve de nada.
-Es mejor que vuelva, si no llevo su fruta no me hago responsable ¡El frío me está matando!
Y de pronto.
-¿Quién está ahí?
Un horrible ruido de escucho, ya casi sale la luna y hasta donde yo sé, a esta hora salen malignas.
- Ro.. - alguien había susurrado mi segundo nombre.
Sentí como algo tocaba ligeramente mi hombro derecho, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.
-Ro..
De nuevo susurraron pero esta vez en mi oido.
-¡No estoy! -grite
Estúpida me golpe mentalmente, creo que es mejor que corra. Y en un abrir y cerrar de ojos una mujer de piel pálida, ojos grises, vestimenta negra y roja, con un largo y lacio cabello en tonalidades morado obscuro me detuvo el paso tomándome del cuello y lanzándome sobre un árbol.
¡Joder! Eso sí dolió.
Listo, este es mi final... aunque pensándolo bien moriré virgen.
En lo que recapacitaba mi vida sentí unos colmillos en mi cuello, esperen ¿colmillo? Acaso ... ¡la vieja loca me está quitando sangre!
-¡Auxilio!
Grite lo más fuerte que pude, pero, vaya parece que mi sangre no es de su agrado, lo entiendo consumo pura porquería.
-¡No puede ser! -exclama con sorpresa -Esta sangre, sólo la tiene la familia real.
Y esta ¿qué se fumo?
-Debes estar confundida, solamente soy una chica ordinaria que se encarga de lavar la suciedad de otros.
genial ¿No?
-¡Tu! -grito.
-¿yo?
Y nuevamente contra el pobre árbol.
-¡Tu no puedes ser una princesa! -grito con un gran odio en su voz.
-¡Rosella! -se oyó un grito
Vaya si se acordaron de mi, como vieron que no venía de seguro fueron a buscarme.
-Cazadores.. -susurro
No, militares
Sólo yo puedo decir tantas babosadas en un momento serio, ¿qué falta que llegue su hermano guapo y la detenga?
-¡Detente! Este no es el momento para salir a cazar, madre nos llama.
-Hermano, solamente vine a divertirme
¡¿Que?! Ósea lo digo y se cumple, a ver que venga un hermoso príncipe y me rescate. Que príncipe y mis idioteces.
Creo que llego la hora de dormir, ya no puedo abrir los ojos.
-Armelle ... -volvieron a susurrar pero esta vez el extraño hombre.
Lo último que vi fueron unos hermosos ojos color Rubí.
~♡~
Okay. Este fue el primero capítulo, gracias por tomar un momento y leerla ❤
Por si tienes la curiosidad aquí te dejo una imagen de un ejemplo de cómo es la vestimenta de nuestra exótica protagonista.
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