Hamsters (Kookmin)

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Un extraño ruido se escuchó de madrugada, los lindos hámsters mascotas estaban de fiesta corriendo por todo su habitat, masticando girasoles y el hierro de la jaula, reían a borbotones, se la pasaban en grande.

El más chiquito estaba encantado con su amigo grande, el cual lucía tierno pero como todo un semental. Y lo olía porque lo era.

Kookie, el menor por tres días pero mucho más corpulento reía divertido por como Jiminnie corría en la banda y luego dejaba que le diera vueltas violentamente, haciéndolo más tonto de lo que ya era, infló sus mejillas ratoniles y le sonrió sacando sus grandes dientes.

Dientes. Los​ de MinMin eran más pequeños y los de Kookie eran macroscópicos; Jimin bajó de la linda banda de florecitas y miró a Jungkook con curiosidad.

Hablaban en idioma rata, pero lo traduciré para ti.

-¿Qué mira perro?

Le miró mal y Jungkook sólo río más fuerte.

-¡Ya! ¿Qué es tan gracioso, pendejo?

Infló sus mejillas luciendo aún más tierno, sus colores caramelo brillaron en los ojos de Jungkook y se le antojó un poco, Jiminnie estaba oliendo maravillosamente, olor a hembra pero siendo un macho, interesante.

-A ver si tú corres mejor-retó el pequeño al no recibir respuestas-, súbete a la banda y no te caigan en cinco hámstersminutos.

Pues bueno, Kookie era el orgulloso macho alfa de aquella manada de dos, y no dudó en aceptar el reto para demostrarle a su compañero que era fuerte y perfecto para una buena cosecha. Jimin bufó cuando Jungkook subió a la rueda.

Pasaron tres minutos y Jungkook ya estaba un poco cansado, pero mantenía el equilibrio magistralmente, así que cuando los cuatro iban a empezar, un menudo y berrinchudo roedor se metió en su camino, generando que se enredaran y volaran de aquí para allá golpeándose en varias zonas.

-¡Oyeme!- Jungkook se iba a quejar hasta que sintió una humedita lengua rozar sus partesitas de ratón- ¡Ih! Jimin ¿q-qué haces?

Jimin hizo una mueca similar a una sonrisa y siguió lamiendo con devoción, levantando a un macho brioso. No tuvo que lamer mucho tiempo porque Jungkookie ya se encontraba girandose para montar a Jimin, le daría unos lindos cachorros.

-¡Eso Jimin, ponte de a perrito!- gritó emocionado con tono dominante.

-¿En serio estúpido?- se burló el pasivo- Siempre estamos a cuatro patas, ¿qué quieres? ¿que ladre y tenga pulgas?

Ambos rieron, entretanto Jimin alzó su rabito, permitiendo a Jungkook divisar una curiosa cuevita donde esconder a su oso.

-Mhm, sí bebé, ponte así...

Jungkook se subió a Jimin escalando su cuerpo, recibiendo maldiciones entretanto, y justo cuando su falo iba a enterrarse en Jimin... Se cayó.

¡Plup!
Escucho a su chaparrito reírse y refunfuñó molesto, nadie se burla de sus facultades sexuales.

De ahí que volvió a intentar, subiendo sobre Jimin, y cuando su miembro penetró el agujero miniatura del otro sonrió ampliamente.

Lo siguiente sería copular por unas duraderas hámsterhoras: algo así como cinco minutos normales.

Kook embestía con brutalidad, dando duro en Jimin, regálando toda su fuerza en él. Y el mayor gemía fuerte, gruñía y jadeaba a coro de Jungkook, una y otra y otra vez fue tomado por Jungkook, quien lamía todo su pelaje mientras penetraba; mordió muy suavemente su cuello para dejarle en claro a su dueño que Jimin era suyo.

Y de repente, luces enceguecieron sus pequeños ojitos pispiretos, la maldita dueña pervertida los miraba risueña, sus pequeños hámsters gays lo estaban haciendo de nuevo. Así que los empezó a grabar para hacerse famosa en Youtube, ellos maldijeron pero ya no podían parar.

-Oyé Jimin, ¿no crees que estaría bien debutar en el hámsterporno?

Entonces Jungkook se corrió dentro de Jimin, y soltaron un tierno y alto chillido al alcanzar el orgasmo, Jungkook bajó de Jimin y besó toda su carita.

-Pero para eso tenemos que practicar mucho- accedió ChimChim royendo un girasol, aquello le dió hambre.

-Bien, entonces hay que volver a empezar.