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—Entonces... ¿estás diciendo que estarás nuevamente en el torneo? —ratificaba Samus con gran sorpresa luego de escuchar lo dicho por el espadachín, aún no podía creerlo.

Si la cazarrecompensas aun no podía, Link mucho menos. Tan solo semanas atrás su autoestima estaba por los suelos, maldiciendo no ser lo suficiente capaz para conseguir la victoria en aquel combate y que ahora tenga una segunda oportunidad era alucinante.

—Básicamente sí, estoy de nuevo —esbozaba una sonrisa—.  Ahora solo debo practicar.

—Entrena con alguien más —recomendó la de armadura—, los entrenamientos son más eficaces con una pareja.

—Suena bien, pero... —tomó una pausa, llevando una de sus manos a su cabeza—, creo que Pit está entrenando con Pikachu.

—Lástima —mencionó la de armadura colocando una de sus manos en el hombro del de túnica para darle unas sutiles palmadas—, te invitaría a entrenar conmigo; pero, Peach me reservó antes —soltó unas cuantas risas por aquello.

El rubio negó levemente para luego acompañarla en aquella sinfonía de risas, él era un fiel testigo de que era casi imposible negarle algo a la princesa del reino champiñón por algún motivo.

—En fin, supongo que entrenaré solo —concluyó el hylian un poco más calmado.

—Puedo entrenar contigo, si gustas —añadió alguien a tan solo centímetros de su oído.

Un no tan varonil grito se le escapó debido al susto, cubrió sus puntiagudas orejas y dio vuelta para encontrarse con el autor de esas cinco palabras encontrándose nada más y nada menos que con el mercenario— ¡Ike, no hagas eso!

—¿Hacer qué?

—¡Hablar cerca de mi oído!

—¿Es malo?

—¡Sí, mucho!

—¿Por qué?

Ante esa pregunta el de Ordon no emitió sonido, ni una palabra, tan solo se apreciaron sus pómulos fuertemente colorados.

—Es su punto débil —canturreaba Arán antes de dar vuelta y marcharse de aquel sitio, era un mal tercio.

El héroe del crepúsculo estaba por negar totalmente esa afirmación, hasta que sintió que era tomado de su mentón—: Creo que ya se dónde atacarte entonces.

Gruñe antes de golpear lo que alcanza de su brazo, ahora es cuando le envidiaba esos brazos.

—¡Es broma, es broma! —soltó el de capa antes de colocar una de sus grandes manos sobre la cabeza del héroe para revolver su cabello—, Mejor vamos entrenar —finalizó tomando su arma para luego colocarse sobre uno de los transportadores que lo llevarían a un campo de entrenamiento.

Aún cohibido, el poseedor de la trifuerza se giró para encontrarse con una manzana frente a su espada, pero esta vez no había nota por ningún lado.

Aún cohibido, el poseedor de la trifuerza se giró para encontrarse con una manzana frente a su espada, pero esta vez no había nota por ningún lado

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Manzenes ;  𝗜𝗸𝗲𝗹𝗶𝗻𝗸.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora