『Déjame IMPRESIONARTE』🌟KookV- Omegaverse🌟

CAPÍTULO 2

Su maleta parecía estar por reventar. Él había tenido que sentarse sobre esta para poder cerrarla. Teniendo cuidado fue transportando el equipaje de la segunda a la primera planta, donde lo esperaba su hermano para poner las maletas en la parte de atrás del coche. Eran entre las ocho y las nueve de la mañana. El cielo empezaba a nublarse, cosa que agradecían. Ese verano hacía demasiado calor. Con los vidrios completamente abajo y yendo a alta velocidad lograban refrescarse con el viento mientras escuchaban sus temas favoritos de hip-hop, un gusto que parecían haber heredado.

-¿Cómo es el niño Kim? ¿Ya lo viste?

-Aún no. Pero al parecer tendré que cuidar de un omega... -Cerró sus ojos y se deslizó un poco en el asiento con resignación.

-Ese será un trabajo pesado. -Yoongi siseó, alzando las cejas en respuesta-. ¿Es lindo? -Estiró sus labios en sonrisa pícara.

-Por octava vez en toda la mañana ¡Ya te dije que no lo vi!

-Uy perdón... Debió ser algo urgente para que te pidiesen comenzar al día siguiente.

-Empiezo el lunes, hoy solo me mudo. Él dijo que su hijo tenía problemas hormonales.

-Estás jodido. -Dijo volteando la cabeza para ver a su menor a la cara.

-Ya lo sé...

-O lo joderás tú a él.

-Ja, ja, ja, ja ¿Eso no me traería el doble de problemas?

El sol volvía a asomarse entre las nubes, amenazante. La camioneta giró a la derecha en la esquina, estacionando en frente de la casa. Salieron del vehículo y sacaron el equipaje a la vereda; un par de pesadas maletas difíciles de mover aún para hombres de su complexión y dos cajas. El mayor se preguntaba qué clase de cosas había empacado Jungkook para que pesaran tanto.

-Más te vale hacer buen trabajo -Dijo arrancando el auto- ¡Sólo no vayas a engreírlo demasiado! -gritó mientras se iba alejando por la pista con velocidad. Jungkook ya no sabía quién era el mal pensado. El castaño empujó sus cosas algo más cerca de la entrada y tocó el timbre.

-Buenos días ¿Quién es, a quién busca? -habló la ya conocida voz del mayordomo.

-Buenos días -saludó con pereza- Soy Jeon Jungkook, el nuevo guardaespaldas.

-De acuerdo. Los sirvientes irán a ayudarlo con sus cosas, espere un momento.

Las puertas se abrían entre chirridos. En poco tiempo, un grupo de chicos apareció y cargaron todo su equipaje hasta dentro de la casa. Jungkook caminó rápidamente siguiendo a los muchachos que lo ayudaron. Una vez dentro de la casa el mayordomo apareció inclinándose para saludar.

-Mi nombre es Song Jiwon, a partir de ahora estaré a su servicio, dado que el señor quiso que usted solo se dedicase a cuidar al joven y me pidió que lo tratara como invitado por algún moti-...

Jiwon fue mostrándole los ambientes de la casa. Piso a piso, cada habitación. La amplia sala, la cocina, el comedor y el patio trasero; cada lugar decorado de forma que añadiera un toque de modernidad a lo que parecía ser una construcción del siglo pasado. «No está mal» dijo para sí Jungkook.

-... Aquí está el cuarto del joven Taehyung. -El mayor señaló la puerta de madera que ahora estaba frente a ellos.

Jungkook pensó que quizás estaban fiándose demasiado de él, pero prefirió no decir nada. Tal vez era mejor guardarse esa opinión para él. Dieron media vuelta y avanzaron un poco más por el pasillo, llegando a la escalera que daba al tercer piso.

-Obviamente usted no tendrá acceso directo a la mayoría de las habitaciones. De no ser realmente necesario, claro -habló como si escuchase los pensamientos del castaño-. Sin embargo, el señor considera necesario que usted sepa la ubicación de los cuartos. Por otro lado, como usted seguro recordará esta es la oficina del...