I.

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– ¿Estas terminando conmigo? - pregunté aún incrédula con los ojos apunto de salir de su órbita.

— Lo siento, Jiyeon. - contentó a mi pregunta. - Creo que es lo mejor.

— ¿Lo mejor? - reí amargamente. - ¿Lo mejor para quién, Hajoon? - no podía estar haciéndome esto.

— ¡Para ti! - contento. - ¡Para mí!

— ¡No! - resoplé acomodándome el cabello. - Tú no puedes hacerme esto. - negué con la cabeza. - Amor, falta tan poco para el baile de fin de curso... -me acerqué a él acariciando su mejilla. - Y tú y yo debemos ir juntos. - cambié el tono de mi voz a uno más suave. - Como la hermosa pareja que somos. - tomé sus manos colocándolas en mi cintura, para luego posar las mías sobre sus hombros.

Fije mi mirada en sus ojos. Hajoon era simplemente perfecto.

— ¿Lo ves? - se alejó quitando sus manos de mí. - A ti solo te importa lo que los demás piensan. - me miró seriamente. - Solo te importa la popularidad. - pasó sus manos por su cabello. - Yo quiero algo más que eso, Jiyeon... - se acercó nuevamente. - Yo quiero algo más que superficialidad y sexo. - acarició mi mejilla. - Eres increíble. - me sonrió. - Pero esto no nos hace bien. - depositó un suave beso en mi frente y se dio media vuelta caminando hacia su auto.

— ¿Me dejó? - aún no podía creerlo. - ¡No puede atreverse a hacerme esto! - grité furiosa en mi mente ya que aun seguía parada en la acera de mi casa.

Cruce la puerta aún en shock. - ¡No se puede quedar así! - ahora sí grité con rabia

— ¿Qué pasa? - Apareció mi madre preguntando, caminado de allá para acá.

— Hajoon terminó conmigo. - cubrí mi rostro con desesperación.

— Ay, hija... - alargó. - Lastima, me agradaba. - dijo sin siquiera detenerse.

Mi novio había terminado conmigo y ella soltaba eso. Realmente no podía ser más fría solo porque estábamos en verano.

— Sí... lastima. - dije apunto de subir las escaleras.

— Jiyeon, él no es el único. Búscate otro. - ¿Ven a lo que me refiero con "fría"? - ¿Por qué no llamas a unas amigas y pasas la tarde con ellas?

— Sería genial. - "Si las tuviera..." terminé burlándome en mi mente.

Digamos que hacer amigas no es mi fuerte. ¿Para qué hacerlo? No se necesitan en lo absoluto cuando tienes a todos los chicos a tus pies y al guapo capitán del equipo de baloncesto en tus manos.

Bueno, el capitán del equipo ya no tanto en mis manos, pero no demorará en volver.

Subí a mi cuarto y lancé mi bolso en uno de los sillones que decoraban la habitación.

Tomé mi celular y me deje caer sobre el colchón.

— Jimin. - lo llame cuando escuché su respuesta al otro lado de la línea.

Tal vez no tenia amigas, pero tengo a Jimin. Es mi mejor amigo desde siempre.

— Jiyeonie. - me contestó utilizando el mismo tono que había utilizado con él.

— Te necesito. - me dije.

— ¿Qué sucedió? - preguntó algo preocupado.

— ¿Puedes venir? - le contesté con otra pregunta.

— Claro... en un rato estoy ahí.

Estuve recostada con la mirada perdida en el techo, hasta que escuché unos golpes en mi puerta. Me giré y vi entrar a Jimin.

— ¿Todo bien? - preguntó mientras caminaba hacia mi dirección hasta sentarse a mi lado.

— No, nada está bien. - le contesté seria.

— Cuéntame. - dijo riendo.

— Hajoon terminó conmigo. - le conté, pero lejos de recibir apoyo moral, solamente soltó una carcajada.

— Ya se había tardado. -continuaba riendo.

— ¡¿Qué?! - le grité sin comprender.

— Ignórame. - sonrió. - Sigue contándome.

— Dijo que a mí sólo me importaba lo que piensan los demás, y que quería algo más que superficialidad y sexo.

— ¿De verdad te dijo eso? - preguntó sorprendido. Asentí. - ¿Qué se siente, Jiyeon? - rió y yo me limité a tratar de entender su pregunta. - ¿Qué se siente que alguien no quiera tener sexo contigo?

— ¡Eres un estúpido, Jimin! - le dije molesta. - Te llame para que me apoyaras o me hicieras sentir bien, pero solo vienes a burlarte. - me senté en la cama dándole la espalda.

— Jiyeon, ¿qué quieres que te diga? ¿Que es un imbécil? ¿Que le rompa la cara cuando solo te dijo la verdad? - lo sentí ponerse de pie mientras yo seguía con los brazos cruzados y ojos cerrados. - Tú solo estás molestas porque él terminó contigo... porque absolutamente nadie había terminado con la "grandiosa y popular Hwang Jiyeon".

— Jimin. - lo interrumpí

— Eres mi amiga y te quiero, por eso te lo digo. - se acercó a mí y me abrazó. - La cara bonita y un buen cuerpo no te durará para siempre. - besó mi mejilla y caminó hacia la puerta.

— Gracias, idiota. Me ayudaste enormemente. - le grité con notorio sarcasmo.

— Yo también te amo. - lo escuché desde el pasillo y no pude evitar reír.

Pase toda la tarde y noche pensando en lo que Jimin me había dicho. Seguramente tenía razón y era todo un capricho. Era la primera vez que un chico me dejaba. Normalmente yo me aburría de ellos y los desechaba tal cual pañuelo usado. Además era verdad... una cara bonita y un buen cuerpo no durarán para siempre.

Pero lo aprovecharé mientras dure.

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¡Primer capítulo introductor!

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¡Primer capítulo introductor!

Antes que nada: quiero aclarar que este proyecto es una adaptación. Era muy fan de este fic, así que debía reescribirlo para ustedes; cambié personajes, datos y la forma de narración para que puedan disfrutarlo a su gusto.

contigo todo es diferente | myg.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora