Estaba solo. Únicamente eran él y su consciencia. Christian observaba la profundidad de su habitación sentado sobre el único objeto inanimado que se encontraba en la misma: su cama.
La confusión del escenario era desesperante, era un alma olvidada en la plenitud del vacío, donde nada ni nadie podía salvarlo de sí mismo.
Dejando atrás su nido de sábanas, Christian se alejó lentamente, apesadumbrado y al borde del llanto buscando la salida de aquella celda donde únicamente oía el eco del silencio.
Unos pasos más y todo se detuvo. Un disparo, un ventilador de techo y su respiración agitada. Había despertado.Paralizado del miedo, sus ojos marrón oscuro quedaron observando la sábana sobre sus piernas, incapaz de reaccionar. Todo era tan real y comparado con su vida diaria tampoco notaba gran diferencia.
Estiró su mano hacia la mesa de luz para ver la hora en su celular, sin siquiera sorprenderse de que este marcara el inicio de la madrugada.A no muchos kilómetros, Clara seguía envuelta en tragos y humo, al igual que el resto de sus amigas. Las luces led y la música a todo volumen ayudaban a concentrarse en no pensar.
La chica de ojos verdes apoyaba rendida su cabeza en la barra, sosteniendo todavía el último vaso de vodka que había logrado terminar, a la espera de que su ex novia se interesara nuevamente en ella. Su mirada emitía dulzura, pero al no obtener ninguna respuesta solo deseaba que la noche llegara a su fin.- ¿Qué hacés ahí tirada, Clari? Vení, no te quedes acá sola.
Vanessa se acercó interrumpiendo su amargura. Amigas desde la infancia, conocía cada expresión en su rostro mejor que nadie, notando que irónicamente Clara estaba mas oscura que nunca.
- Dejá... no tengo muchas ganas.
- ¿En serio te vas a quedar acá toda la noche?
- Estoy bien...
- No te veo bien... Mejor vamos a casa y descansas un poco.
Con desgano, Clara dejó el vaso sobre la mesada y abandonaron la enorme sala entre la marea de risas y alcohol.
La vereda infestada de papeles conducían hasta el auto plateado que las había traído horas atrás, estacionado frente a una camioneta blanca con vidrios polarizados y un notable deterioro.
Mientras las jóvenes buscaban las llaves del auto, bajaron del vehículo blanco dos hombres armados, vestidos de negro, con gorras y campera deportiva, que al parecer llevaban un largo rato observandolas.
Estos atacaron sorpresivamente, tomandolas por la espalda y cubriendo sus bocas evitando que puedan realizar cualquier intento de escape, para luego cargarlas dentro de la furgoneta con destino absolutamente desconocido.
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Victimarios
Mystery / ThrillerNadie es inocente.Todos en mayor o menor medida tenemos nuestras manos bañadas en sangre. Sobrevive quien mejor sabe ocultarlas, pero... ¿Es posible dejar atrás todo el dolor y el sufrimiento generado y volver al momento en que el agua era transpare...