Como cualquier otro día en el restaurante, estaba lleno.
Pero esta vez las meseras andaban mas estresadas que de costumbre, ya poniendo mas atención Alberto noto que aun no llegaba Sandra.
Como ella es la mas rápida a eso de debe el alboroto.Eran las 9:30 de la mañana cuando por fin apareció en la entrada Sandra,
-Que horas son estas de llegar?
Le dijo el capitán a Sandra.
-Pues si quieres me regreso, como tu quieras.
Contesto Sandra
-No.
Ya vete a cambiar y agarra tu área.
Sentenció el capitán Joel.
Y todo tomo su curso para bien.Pronto llego la hora de el almuerzo y se sentaron Alberto y Sandra en un comedor pequeño atrás de la cocina y empezaron a platicar.
-Que onda morra? Se te hizo tarde?
Pregunto Alberto.
Pero no le hizo mucha gracia a Sandra.
-Si por...
-Por nada niña perdón por molestar.
-No perdoname tu.
Se me hizo tarde por que no tenia en que venirme y ya llegue bien cansada.
Alberto noto aun su fatiga en su rostro.
Sus ojos grandes y negros notaban cansancio y su boca, que sabia hacer unas sonrisas picaronas estaba sin expresión alguna, ya casi no traía maquillaje en su cara morena aperlada. Hasta Alberto podía sentir un poco de su pesar sin siquiera decirlo.-Perdón no debí ser imprudente.
Y hasta donde vives?
-Hasta la florida y tu?
-En la era, ya vez somos vecinos de colonia y ni sabíamos.
-Ya se.
-Yo aveces me vengo caminando cuando tengo tiempo.
Le dijo Alberto mientras veía como comía tan rápidamente.
Su uniforme se había desabotonado un poco dejando ver que no le cabían bien sus enormes pechos pero parecía no importarle.- Nos quedan 15 minutos de lonch quieres salir a fumar?
Preguntó Sandra.
-Claro vamos.Ya afuera en el patio trasero Sandra se veía distraída y Alberto se animo a platicar.
-Estas bien? Te noto rara?
-Son unos problemas de casa
-De los cuales mejor no pregunto verdad?
-Es que se me perdió un dinero, y mi pareja se molesto, y no me quiso prestar por eso me vine caminando. De rato me tengo que regresar igual.
-Pues si quieres te puedo dar un aventon?
-Si lo harías?, me refiero a que si no te importa.
-Claro que no. Bueno nadie me espera en casa por lo que si puedo llevarte.
-Te lo agradezco.
-Entonces me esperas un poco a la salida
-Claro que si no te apures, animo ya no estés así.Alberto estaba impaciente, no por Sandra, si no por que ya quería pasar a la farmacia para ver a Sofia. Esa era la mejor parte del día el solo pensarlo lo ponía inquieto.
En eso Sandra tocaba su ventana para que le abriera.
-Perdona Sandra no te vi llegar.
-Ya vi que estas en otro mundo y ya me imagino en quien piensas.
Dijo subiendo al carro.
-Imaginas bien.
-Siempre si te aventaste ayer o le sacaste?
-Pues si sucedió todo muy bonito con una ayudita del destino pude lograr mi cometido de hablarle y saludarla hasta la acompañe a su casa.
-De verdad? Oye pues que destino tan bondadoso contigo.
-Yo también hubiera podido solo.
-Si claro.
Dijo Sandra con mirada escéptica.
-Oye no por que no sea muy guapo quiere decir que no pueda conseguir algo.Alberto sabia que no era alto, de buen ver y bastante común con cabello algo complicado, pero hacia lo que podía con lo que tenia y el mismo se daba animos.
Pero a Sandra no le parecía importante su platica solo asentía y miraba por la ventana.
Alberto se detuvo en un tope frente a la farmacia y miro de reojo lo que pasaba con el cuerpo de sandra al brincarlo.(cosas de hombres)-Voy a la farmacia ya regreso.
Dijo Alberto bajándose del carro.
- Mira que picarón vas con todo y por todo.Alberto le sonrió mientras se alejaba para entrar a ver a su princesa.
Esta vez era diferente.
Sofia iba arreglada y algo pintada.
Se veía perfecta recargada sobre el mostrador pero se enderezó al ver entrar a Alberto.
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REALIDAD
RomanceAlguna vez te has enamorado de una persona prohibida. Esta es la historia de Alberto, un chico de 25 años deseoso de encontrar un amor diferente. Pero al encontrarlo no es del todo perfecto. Lo que lleva al corazón de Alberto a vivir cantidad de emo...