¿Vuelves?《Alonso Villalpando y Tú》

Capítulo 27

Después de la sorpresa que me dio, recogimos los platos y nos pasamos a la recámara junto con la botella de vino, seguimos platicando un rato y de repente una cosa llevó a la otra.
Ya era de mañana y nos levantamos para ir a trabajar, desayunamos y nos fuimos a los consultorios. Llegamos y cada quien se fue al suyo, al terminar mis citas iría con Karen a comprar ropa y después iría a casa de mi papá a comer con él, Rebeca y André.

                               ***

Terminé las citas con uno de mis pacientes más frecuentes, Justin Baldoni de 31 años con un hijo y soltero.

-bien Justin, la consulta pasada me hablaste de que Rosa tu hermana se enojó porque no le prestaste atención con lo de su adicción, ¿no es así?-comencé con la consulta y así nos seguimos hasta que terminó.

-____, sé que tal vez sea un poco inapropiado pero, me gustaría invitarte a cenar, realmente me caes muy bien y admiro como realizas tu trabajo, no hay ningún problema si no aceptas-dijo levantándose del sofá que hay en mi consultorio y reí.

-muchas gracias Justin, pero no suelo involucrar trabajo con mi vida social, además de que estoy en una relación, pero muchas gracias-dije caminando con él hacia la puerta.

-oh, entiendo, pero sí en algún momento llegas a cambiar de opinión, la propuesta seguirá vigente, hasta luego-dijo sonriendo y salió del consultorio.

Justin era un hombre muy guapo, usaba barba, sonrisa impecable, ojos cafés pero muy lindos, con músculos grandes además de que era alto, siempre vestía camisa y pantalón de vestir, era dueño de una cadena de hoteles heredada por su padre. Era un hombre perfecto, por decir así, y tal vez si no estuviera en una relación con Alonso, podría haber aceptado la cena, pero respeto y amo a mi novio y sabía que las intenciones de Justin eran más que una simple cena.
Salí del consultorio y fui al de Alonso para preguntarle si iría a la comida en casa de mi papá conmigo. Llegué y le pregunté a su secretaria si estaba ocupado, ella dijo que no así que entré.

-hola amor, venía a preguntarte si irás conmigo a casa de mi papá-le dije desde el marco de la puerta, Alonso estaba leyendo un libro y lo dejó en su escritorio.

-oh sí linda, ¿ya te vas?-preguntó.

-no, recuerda que iré con Karen a comprar ropa, si quieres te veo en casa de mi papá-le dije y se paró para acercarse a mi.

-como quieras, si gustas paso por ti a donde me digas-dijo y tomó mi cintura.

-no te preocupes Alon, mejor para que no des tanta vuelta te veo allá, de todas maneras llevo mi coche-.

-está bien, entonces llego a allá como a las 2:30 o 3:00, espero poder acabar las citas antes-dijo y tomé su cara.

-okay, yo creo que llegaré como a las 2:00, para ayudarle a mi papá y a Rebeca a cocinar, me voy amor, te veo allá-dije y le di un pequeño beso.

-sí linda, te cuidas-dijo y salí del consultorio.

Bajé al estacionamiento y me dirigí al coche, lo encendí y arranqué hacia la plaza en la que vería a Karen.
Llegué y fui a buscarla donde me dijo que nos veríamos, la encontré y fui con ella. Caminamos hacia las tiendas de ropa y escuché un pequeño grito por lo cual voltee a mirarla.

-ay por Dios, ¡ay por Dios! ¡No lo creo!-dijo emocionada.

-¿Qué?-le pregunté extrañada.

-¡tu dedo! ¡El anillo! ¿Cuándo será la boda? ¿Cómo te pidió? ¡Dime todo!-dijo y reaccioné.

-oh no, no nos vamos a casar, bueno aún no-dijo y su cara de emoción desvaneció.

-¿Entonces?-preguntó.

-es un anillo de promesa, se supone que lo cambiará por uno de compromiso cuando estemos listos para formar una familia y dar ese paso-dijo e hizo cara de ternura.

-awwww, que bonito, sabía que iban a terminar juntos-dijo y sonreí.

-bueno, creo que después de todo lo que pasamos algo bueno tenía que pasar, además de que los dos hemos madurado y sabemos lo que queremos ahora-dije y seguimos viendo ropa.

-eso me parece estupendo, me alegro mucho por ti, en serio te lo mereces-dijo y me abrazó.

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Holaaa, aquí les dejo este pequeñito, las amooo.

-Karen Villal❤️