El Perro|Shizaya~Two-Shots|♥

#2: "Enamorado".

N/A: Gommen!!!!!! >_< Iba a subir ayer, pero tuve que hacer una tarea (que al final, por divagar no hice) con una amiga y no pude subir :( Sin embargo, hoy sí tenía que hacerlo. Aunque, advierto que no lo he corregido porque mi mamá necesita mi computadora ¬_¬ Apenas la suelte, acomodo esto. El lemmon también es un asco! DX

Pero bueh! Espero les guste >//////<

Compré elementos básicos que se han de tener todos los días en la nevera de los que ahora, debido a mi nuevo invitado, iba a necesitar más. Luego, compré sushi y regresé a casa. Apenas abrí la puerta, le vi recostado sobre el sofá, hecho una bolita, usando unos pantalones y una camiseta mías, así como también un par de medias que también habían salido de mi armario. Se pescará un resfriado de esa manera…Idiota.

Fui hasta mi pieza para volver minutos más tarde con una manta para cubrirlo. Lo tapé bien hasta la altura de los hombros e instantáneamente, Izaya se prendió a la manta. Se ve que tenía frío. Lo dejaría descansar un poco más en el sofá y luego lo llevaría hasta la habitación para que utilice la cama. Será extraño tener que dormir yo en la sala de mi propia casa y cederle la cama a mi huésped, pero no se puede hacer nada, quiero que esté bien y cómodo.

Me senté otra vez frente a mi computador y mis dedos viajaron por si solos sobre el teclado, para ir formando oraciones llenas de coherencia que acabarían por formar lo que era la mitad del penúltimo capítulo de la historia de BL (Boys Love) que estaba escribiendo. De alguna manera, tener al perro conmigo me había inspirado. No me di cuenta del paso del tiempo sino hasta que vi que comenzaba a atardecer. Me puse de pie entonces y caminé hasta el sofá. Me hinqué delante del chico que dormía tan tranquilamente sobre mi mueble y suspiré. Había olvidado lo maravilloso que se sentía tenerlo conmigo.

—Estúpido terrorista canino playboy…-bufé y lo tomé en brazos, incluso envuelto en la manta.

Entonces, como si de un bebé se tratase, pasó sus brazos alrededor de mi cuello y me abrazó, mientras que escondía su rostro en el hueco de mi cuello y susurraba algunas cosas que yo no lograba comprender del todo.

Abrí la puerta de mi habitación con lentitud y con torpeza, para luego cerrarla con el pie. Deposité al muchacho sobre la cama con mucho cuidado para no despertarlo de su sueño y suponiendo que estaba cansado por el largo viaje que tuvo que tener para llegar hasta Japón. ¿De verdad había gastado todo su dinero y había olvidado su equipaje con total de verme a mí? ¿Todo por mí?

Bufé cansado y sentí que se me cerraban los ojos de cansancio. Tal vez si yo…No, de ninguna manera. No puedo concebirme el descansar a su lado. No era correcto.

Pero estaba tan cansado…Tan, tan cansado. Casi no me di cuenta de cuando mi cuerpo cayó a un lado del de Izaya y mis ojos se comenzaron a cerrar, para que luego, mis brazos por un acto reflejo atrajeran a Izaya hasta mí.

Iba a dormir con el perro…Realmente iba a hacerlo.

No fui capaz de despertarme sino hasta que sentí un extraño cosquilleo en mi mano derecha y unas pulsaciones en mi palma. Abrí los ojos con dificultad y entonces pude comenzar a percibir las primeras imágenes de mi huésped, que sostenía y acariciaba mi mano derecha, mientras que la posaba en el preciso lugar donde se sitúa su corazón.

— ¡Suleta!-bramé.

Y me soltó, más por el susto que le había pegado, el muy idiota rodó sobre la cama y acabó en el suelo de cara.

—Tú eras el que dormía abrazado a mí-me echó en cara, mientras que se sentaba sobre el piso de madera y se sobaba la cara.

—No funcionan así las cosas. Quiero que lo entiendas-repetí, calmado.