Quieta la noche
Que descubre
El velo que oculta
La pálida piel.
Como un fugitivo
Que llega al templo
De su diosa,
Tus manos adoran
Lo que la luna
Revela.Las yemas recorren
Venerando el camino,
Tus ojos rinden culto
A mis lunares.Una suave gota perla tu frente
Y al recogerla con mis dedos
Siento cómo te estremeces.
Esto es el poder?
Esta sensación que
Me hace sentir
Invencible?Nuestras manos se entrelazan
Nuestras miradas se prendan
Una de la otra
Y puedo ver la reverencia
En tu pedido de permiso.
No asiento, sonrío
Y lo entiendes.Tu beso me asalta,
Respondo,
Nada de lo que sucede
Me es cotidiano
Pero está ocurriendo en mi
Como si fuera una danza
Que sé ejecutar.Cuando finalmente ocurre
Reímos,
Reímos a carcajadas,
Y sabemos
En ese preciso momento...
Que somos
Los dueños del mundo.