3-Daniel

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basado en un hecho real.

Un hecho que marco mi vida para siempre, sucedió durante el verano del 87, yo tendría unos 8 años y mi hermano Daniel tenía 6 años, era verano y como mis padres trabajaban no podían encargarse de nosotros , nos enviaban a casa de mi abuela , ella tenía un gran terreno muy cerca de un ejido en Altamira llamado Lomas del Real, mi abuela criaba cerdos y pollos, nunca tuvo problemas en recibirnos pero no nos atendía y se desentendía de nosotros, casi siempre estaba ocupada atendiendo a los animales, en cierta forma nos agradaba aquello, hacíamos lo que queríamos, la única regla era que no podíamos alejarnos de la propiedad y no salir de los límites de la misma, eran terrenos casi deshabitados y había vecinos a lo lejos.

Nuestra rutina era levantarnos con el canto de los gallos, desayunar y alimentar a los pollos, después de eso, éramos libres, jugábamos con el perro, en una llanta que teníamos de columpio y a las escondidas, sin embargo pronto nos aburrimos, conforme pasaban los días, nuestros recorridos eran más lejos de la casa, a los límites de la propiedad, fue entonces que en una de esas incursiones descubrimos a lo lejos en un terreno vecino, una vieja casa de madera, estaba abandonada, las ventanas tapiadas y completamente "enmontado".

Nuestra rutina era levantarnos con el canto de los gallos, desayunar y alimentar a los pollos, después de eso, éramos libres, jugábamos con el perro, en una llanta que teníamos de columpio y a las escondidas, sin embargo pronto nos aburrimos, conf...

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La tentación por ir a aquel lugar fue abruptamente disuelta por el llamado de la abuela que nos mandaba llamar a lo lejos, regresamos esperando un regaño y nos lavamos para merendar, esa noche recuerdo que mi hermano y yo hablábamos de la casa abandonada, nos parecía un gran misterio y nuestra curiosidad aunada a un aburrimiento y ganas de aventuras nos obligaba a ir a aquel sitio y explorar, a pesar de la advertencia y la reprimenda de nuestra abuela.

El día siguiente paso lento y planeábamos visitar la casa, al caer la tarde cuando la abuela estuviera muy ocupada alimentando a los cerdos, al llegar el momento, inventamos el pretexto de ir a sacar agua a un pozo, vigilamos que estuviera distraída y corrimos a la cerca, pasamos por debajo de la alambrada y nos metimos con trabajo entre la mala hierba crecida, llegamos a la parte trasera de la casa abandonada, en donde había una vieja letrina. Notamos que a pesar de ser muy tarde estaba todo en silencio, algo raro ya que a esas horas escuchabas el graznido de los cuervos y aves que regresaban a las ramas de los árboles para pasar la noche, no se escuchaban ni siquiera grillos en el ambiente. Con ese silencio los nervios me invadieron y note que algo no estaba bien.

 Con ese silencio los nervios me invadieron y note que algo no estaba bien

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perdiendo la fe en diferentes formasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora