Capítulo III: Esa voz en tu cabeza

34 2 6
                                    


No había tiempo para calmarse, el ataque de pánico seguía ahí, pero de todas formas debía salir de ahí como fuera, tomé el brazo de Alan y lo seguí las indicaciones que me daba ella para salir; todo daba vueltas, aquel sitio se consumía en llamas, vi a toda esa gente morir dolorosamente, suplicando ayuda, no podía pensar con claridad y al final, lo último que escuche fue la sirena, sonando muy fuerte dentro de mi cabeza y los recuerdos de esa noche se mostraban ante mí una y otra vez mientras perdía la conciencia.

Obscuridad, eso era todo lo que me rodeaba una profunda y tranquila obscuridad, todo estaba muy tranquilo, se escuchaba un pequeño sonido, como si estuviera goteando algo, a lo lejos pude ver apenas lo que lo provocaba, era la silueta de una persona...

Vamos despierta, ni siquiera yo fui tan débil cuando me paso esto - dijo una voz bastante conocida, apenas recobraba el conocimiento, la luz me molestaba un poco pero finalmente pude ver a una chica... picándome la cara - ¿Quién demonios... - Tienes que levantarte cariño, no tenemos tiempo, vamos, arriba muchachote - dijo la chica antes de que pudiera terminar de hablar, un pequeño silencio se hizo presente, ella me miraba con una cara, extraña, con una gran sonrisa y yo solo la miraba con los ojos entre cerrados, todo esto era muy extraño - De acuerdo, oye en verdad tenemos que irnos, ya sabes el, sujeto y esas cosas, deberíamos salir de aquí ahora - Dijo ella cambiando su expresión a una, más, extraña, despreocupada, pero algo distraída mirando otras cosas, no lo sé, como ya dije, muy extraño - La puerta se abrió de repente - ¡Despertaste, ¿Cómo estás, te duele algo, te sientes bien? - Dijo Danielle acercándose rápidamente - ¡No te acerques, lárgate, no quiero verte! - Le dije lanzándome al piso, estaba muy alterado, solo podía pensar en el infierno que viví en el lugar que me metió - Wow, vamos amigo, tampoco fue para tanto, es decir, mírala, está arrepentida, además tu casi la matas recuerdas - Dijo la mujer extraña mirando la pecera que había en la habitación - ¡Tú no te metas, no sabes nada, vete tú también, solo, déjenme en paz! - contesté gritando y mirando a esa mujer - Danielle volteó a la dirección que yo miraba, se me acercó poco a poco, con algunas lágrimas en los ojos - Escucha, tienes que calmarte, no sé que estés viendo pero no es real, solo tranquilízate - ¡No me toques, no quiero tu ayuda! - le dije a Danielle empujándola; salí corriendo de la habitación no podía parar de correr, todo era tan confuso, un vigilante trató de detenerme pero solo podía seguir corriendo, salí del hospital y continué corriendo hasta llegar a un pequeño callejón, me detuve y me senté un momento para procesar mejor todo lo que estaba pasando.

Cerré los ojos un momento y vi de nuevo a esa persona, escuché como sollozaba, decía algo pero no logre escuchar lo que era. - Ohh vamos chico, de verdad vas a continuar pretendiendo ser la víctima, en serio eres un dolor de cabeza amigo - Dijo aquella extraña mujer sentada al lado mío - En serio, tu de nuevo, dime de una maldita vez quien eres - le conteste aun algo confundido y pensando en lo que acababa de ver - Bien veamos, soy Diana, la... voz en tu cabeza, te suena? Yo era... - antes de que pudiera terminar una gran explosión se escuchó muy cerca de donde estábamos, todo retumbó, había gente corriendo por todos lados, gritando y algunos otros incluso llorando - Y ahí esta nuestra llamada de salida, él ya está cerca, vamos amigo, tenemos que salir de aquí.

R E A LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora