Su físico no es muy diferente al de los demás chicos. Un cuerpo bien formado por las dos horas que permanece en el gimnasio, un cabello castaño y unos ojos hermosamente azules que sueño día a día en ver como la vida se irá escapando de ellos poco a poco.
En cada víctima, no puedo evitar verlo a él. Ya deseo capturarlo, torturarlo y luego matarlo. Pero debo ser paciente, debo esperar el momento correcto para hacerlo.
Observo desde la oscuridad a la chica en un lado de la habitación, con su manos y pies sueltos. No salgo de mi escondite ni en el momento que empieza a gritar como loca y a arrastrarse en el suelo cual gusano.
No le tengo miedo, eso no es lo mío. Me mantengo escondida porque tengo planes especiales para ella, y entre ellos no está que vea mi rostro.
—Hay un celular para que llames a tu madre y una hoja con lo que debes decirle—mi voz hace eco en el sótano oscuro y vacío.
La chica se alarma al escuchar mi voz y mira a todos lados tratando de buscarme.
—¿Quién eres? ¿Por qué me secuestraste? Yo no he hecho nada malo, jamás he hecho daño a nadie. Por favor... déjame ir.
La súplica, algo que hace mi cuerpo estremecerse y ponerme feliz al saber que si estoy torturando a mi víctima. A ella no la estoy torturando como a las víctimas pasada, si hace caso, no le haré daño.
—Si te atreves a dar un paso en falso, activo el aparato en tu pierna, el cuál te electrocutara hasta que el alma abandone tu cuerpo.
Ella tantea sus piernas nerviosa y cuando se da cuenta que no miento, suelta un sollozo que es música para mis oídos.
—Haré lo que quieras, pero por favor no me mates—se arrastra hasta el celular y lo toma sin dejar de temblar, procede a marcar y mientras espera que la llamada sea respondida ojea la hoja.
Mi plan no es el mejor que he hecho, pero ya no puedo soportar ver mas a ese maldito caminando por ahí en las calles como si no hubiese hecho nada malo en el mundo.
La chica nuevamente observa todo a su alrededor y cuando se rinde, por fin habla a la persona detrás del teléfono.
—Hola, mami.
Sonrío abiertamente, disfrutando cada vez mas el llanto que la chica le da a su madre mientras lee lo que se encuentra en la hoja.
Que empiece el verdadero juego.
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Amor de muerte
Historia CortaElla se olvidó de todo lo lindo y se puso la armadura en contra de lo cursi. Ahora busca amor en sus víctimas. Ella persigue. Ella captura. Ella tortura. Ella mata. Su siguiente víctima será el chico que trabaja en el café que más solía gustarl...