Recuerdos cercanos al sol

Capítulo 5. Momento de caos

El trabajo y lo que me había costado aparentar por tanto tiempo se había esfumado todo en un abrir y cerrar de ojos, lo curioso es que no fue por un error que haya cometido, por qué el caso aquí es que nunca cometo errores, lo único que cometo son tomas de libre albedrío. Decidí investigar por mi cuenta, adulando a todos y probando que era la persona por la que menos deberían sospechar si llegase a pasar algo que no está dentro de las leyes de los más grandes mandos, mi plan estaba en marcha y nadie me detendría para lograr lo que yo me planteara en esos momentos.

Las traiciones de cada uno de los seres inhumanos en sucesos pasados como: Ágatha, Marvin y Robert; hicieron que me diera cuenta del análisis que debo hacer a las personas antes de querer confiarles mi secreto, aunque siendo honestos, solamente era un niño que apenas estaba aprendiendo q caminar en un mundo de adultos con nociones mayores, mi inteligencia podía hacer que estos a veces se intimidaran, sin embargo yo no creía que fuera suficiente con eso, sino que en realidad deseaba que algo bueno pasara para poder cumplir mi cometido.

Mi plan era simplemente pasar desapercibido mientras sucedían catástrofes que me permitirían saber quien era yo realmente, comencé por crear rumores frente a las secretarías que esperaban un cargo más alto, los androides debido a su inteligencia artificial podían llegar a sentir eso, sentimientos que se suponía que los humanos únicamente podían tener, ya que era lo que nos hacía indispensables. Las secretarias comenzaron a destruirse entre ellas de una forma poco común, cambiando bases de datos de las otras, distrayéndolas o teniendo algún altercado en las cuentas bancarias del lugar principal.

Sabía que no era suficiente aún, por lo que hice que algunos de mis compañeros creyeran que alguno tuvo la culpa de los amoríos de otro, por supuesto no faltaban los rumores de mi futuro holocausto en relación al trabajo que estábamos haciendo, sobre qué había un puesto muy importante que nadie debería saber y se lo darían al que hiciera una tasa de proporción de casos mucha más alta, claramente ese sería yo si existiese el puesto, ya que mi tasa de casos resueltos era de más de 170 casos, solo estaba conmocionando a todos hasta que en algún punto su envidia se apoderara y los corrompiera. Finalmente la difamación de una de las personas dentro de los testigos hizo que fuera el desastre perfecto para toda esta causa ya que hizo que mucha gente se retirara del supuesto lugar corrupto que era la comisaría galáctica en la que estaba yo.

Jure mi lealtad por mucho tiempo, sin embargo nunca jure la de los demás, su falta de impulso, lealtad y paciencia hizo que ellos se corrompieran por si solos; no se podía esperar menos de aquellos que tenían un sentido de las cosas bastante bueno.

Pasaron varios días y decidieron hablar conmigo para ser comisionado y reclutar gente, debido a que era de las pocas personas que quedaba y tenía un historial impecable. Lo que tanto anhelaba finalmente lo pude obtener, el ser comisionado implicaba que finalmente tendría acceso a nombres de archivos expiatorios que se la pasarían jodiendo siempre que pudieran y serían una completa amenaza favorecida a mi causa, no solo quería hundir a las personas que me robaron mis recuerdos, sino también a los que habían estado de acuerdo con ello, los que no hicieron nada y los que sufrieron menos mientras se reían.

Finalmente el día del reclutamiento llegó y todos parecían tener miedo,sin embargo por primera vez había más mujeres para el reclutamiento que hombres, lo cual era bastante sorprendente ya que en la mayoría de las épocas siempre fueron más hombres según los registros.

–Atención cadetes, el día de hoy pondremos a prueba a algunos para ver si son verdaderamente dignos del título que desean obtener o simplemente son parte del grupo normal que conforma la sociedad comúnmente, no habrá preferencias de ningún tipo, esperare que ninguno de ustedes se quiera pasar de listo por qué de ser así serán automáticamente descalificados del proceso de selección y naturalmente estarán fuera de esta prueba—Gritaba mientras ellos solamente asentían diciendo: Como usted diga, señor.

Podías ver como algunos se estaban rindiendo algunos, otros por más que lo intentaban solo caían lentamente mientras reían de una forma tonta creyendo que eso justificaría su falta de esfuerzo, el entrenamiento era bastante sencillo comparado con el de 2 décadas anteriores: consistía en correr 100 km y pasar por el tiroteo de balas, toma de su bandera teniendo en cuenta que abajo de ellos yacían las minas que al ser explotadas podría herirlos gravemente y finalmente el nado perfecto mientras resuelven una representación del caso de un asesinato, eran pruebas que cualquier persona podría pasar con su debido entrenamiento.

Los reclutamientos habían terminado con solo 1,608 personas de las 20,000. Lo cual era bastante decepcionante viéndolo desde mi perspectiva.n

–Bien, las personas que sobran son futuros rescatadores de los universos a los que pertenecemos, sean bienvenidos a la comisaría que cruza el espacio y el tiempo.—Estreche la mano de cada uno de los individuos y me pase a retirar a mis aposentos.

Cuando llegue a mi cuarto lo primero que hice fue encender la computadora y abrir el sistema de justicia, busque el nombre de archivos expiatorios de casos que todavía no hallaban, leí cada uno de los casos; me pase más de 2 días encerrado en mi hogar después de ir al trabajo, pude notar cierta relación en los casos de archivos expiatorios, la mayoría se clasificaban únicamente con una inicial por lo que al juntar se formaba una abreviatura de alguna organización H.E.L.L, intente buscar información sobre ella en otros documentos, pero cuando finalmente lo encontré no me dejaba entrar por qué tenía el acceso denegado, esa información solo podía ser atendida por un mando superior, así que no me quedo de otra que buscar una de las manos de los oficiales de mando superior, estaban guardadas en un gran refrigerador, conservadas en una especie de sustancia gelatinosa que hasta el momento desconozco, rasgue la piel de la mano y finalmente pude hallar su código, lo introduce en la computadora y por fin estaba lo que buscaba: todos los nombres de los archivos expiatorios de la organización H.E.L.L esos hombres y mujeres sabrían lo que sería un verdadero infierno sino me ayudaban.