Sweet Mochi [Kacchako]

¿Un mal consejo?

Introducción:
Establecido en las entrañas de la ciudad de Nueva York, un cálido y pintoresco local, atrae la atención de los habitantes con su dulce y excitante olor a vainilla, canela y cacao; se trata de la pastelería "Sweet Mochi", hogar de los mejores pasteles de la avenida Madison. Durante muchos años, la directora de la panadería, la especialista en artes culinarias Uraraka Ochako, ha conquistado a sus comensales con varios pasteles de diseños divertidos y sabores japoneses y occidentales, además, su hermosa y peculiar apariencia de malvavisco logro popularizar su negocio por todo el país, siendo ya incluida dentro de la guía Michelin.

El gran equipo que prepara los deliciosos pasteles está conformado por: el entusiasta chef Eijiro Kirishima, especialista en chocolatería, la encantadora chef Mina Ashido, especialista en confitería, y el perfeccionista chef en jefe, Neito Monoma, renombrado Pastry.

Aunque hasta el último momento, entre los cuatro hubo un excelente trabajo en equipo, tras un largo tiempo de liderar la cocina, el chef Monoma sorprendió a todos cuando anunció su renuncia. Ante la crisis de su negoció, sin perder tiempo, Uraraka salió de urgencia a París, para pedir consejo a los chefs Midoriya Izuku y Teyna Iida, expertos cocineros de la alta comida francesa y sus mejores amigos de la universidad.

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Sentada en una de las mesas al aire libre del distinguido "Café de la Paix", Uraraka esperaba pacientemente la llegada de sus amigos, acompañada de un exquisito café latte y una rebanada de pastel de fresas blancas, la cual, a sido delicadamente adornada con un betún de crema. Mientras el adictivo olor del café conquistaba el olfato de la joven, y el suave viento ondeaba elegantemente algunos mechones de su sedoso cabello castaños, buenos recuerdos vinieron a la mente de Uraraka mientras miraba las encantadoras calles parisinas: las noches de trabajo estudiando los diferentes tipos de masa y levadura, las mañanas de mercado en compañía de sus amigos, el sabor y la textura de los croissants que comía con Midoriya durante las tardes de estudio, y la sonrisa pecosa de su amor platónico cuando este, recreaba los famosos pasteles de su maestro y distinguido chef Toshinori Yagi, de los cuales, casi siempre terminaba degustando en las madrugadas.

Después de que ellos se convirtieran en amigos, con su determinación, pasión y talento en la alta cocina, Midoriya despertó la admiración de Uraraka y el deseo de pasar mas tiempo con él, pero a medida que se acercaban, sus detalles y amabilidad para con ella la conquistaron, logrando que Uraraka cayera en las garras del amor; desgraciadamente, aunque ella estaba segura de sus sentimientos, su miedo a depender del talento de su amigo, el trabajo de los estudios universitarios, su deseo por ayudar a sus padres y la presión de tener que lidiar con las afectaciones de una fuerte quemadura en su mano izquierda, obligaron a la chica a silenciar sus sentimientos durante todo el curso, resignada a permanecer en la frienzone.

Aunque aquella decisión le dolió bastante, gracias a ese sacrificio, Uraraka no solo logro ser de los mejores alumnos de la carrera, si no que además, le abrió puertas para trabajar en la administración del restaurante de uno de los hoteles mas prestigiosos de New York, el Gran Hotel Mandarín, propiedad de la prestigiosa compañía hotelera "Endeavor" de la familia Todoroki.

Luego de que entraran al campo laboral, los tres amigos intentaron de todo para poder cumplir con su promesa de trabajar en el mismo lugar, por desgracia, Midoriya tuvo que romper la promesa, pues al tratarse del discípulo del legendario chef Toshinori Yagi, este, tuvo que aceptar un puesto en el restaurante donde su mentor había iniciado su carrera, separando los caminos del inseparable trío; pero a pesar de la distancia, y el tiempo transcurrido, entre ellos seguían tratándose con mucho cariño.