Capítulo 4 ✔

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Las grabaciones terminaron por hoy, mañana no habrán así que es día de descanso una vez más, estos días últimamente no han sido pesados con las grabaciones porque hay cosas pendientes aún que parte de la producción debe arreglar. Todo resultó perfecto, mejor de lo que esperaba, los acercamientos que tuvimos Emilio y yo, bueno, en este caso Temo y Aris... fueron bastantes  románticos.

Al principio si me sentía bastante nervioso, y como no estarlo si tenía al chico del cuál estoy enamorado en frente de mí, sentía que el cualquier segundo caería a sus pies, pero logré controlar mis sentimientos como lo he hecho desde que acepté mi amor por él, luego me fui soltando cada vez más hasta disfrutar de la actuación.

Agarro mi mochila ya que me iré a casa. Mientras voy saliendo para  tomar un taxi alguien grita mi nombre.

—¡Joaco!— miro hacia todas direcciones en busca de la persona que me llama. Hasta que veo a alguien ahí llamando mi atención con su mano.

¿Diego?

—Hey— lo saludo —¿Qué haces aquí?

—Vine a buscarte.

—¿A buscarme?

—Si, Emilio hará una pijamada en su casa y me dijo que te invitara.

—¿Pero por qué no me mandó un mensaje? ¿viniste hasta aquí para llevarme?

Asiente —Si, bueno no... es que andaba comprando unas cosas por acá cerca así que me dijo que aproveche para que vayamos juntos.

—Ah, está bien, así que... ¿Una pijamada? Me parece bien— sonrío contento. Estar con Emilio me parece bien —Dame un momentito, le avisaré a mi madre para que no se preocupe si es que no llego a casa— voy sacando mi celular del bolsillo trasero.


(...)


Al llegar a casa de Emilio, él me presta un pijama suyo que me queda un poco grande al ser él un poco más alto y con más cuerpo que yo. Creo ser el más feliz en esta noche, tener el olor de él puesto en mí me causa sonreír como un bobo.

Mientras preparan unas palomitas de maíz yo me quedo viendo las redes sociales, a ver que hay de bueno. Emi llega con las palomitas en sus manos soy el primero en sacar unas cuantas.

Emilio golpea con delicadeza mi mano
—Espérate, deja que lleguen todos— sonrío torpemente mientras lo miro.

—Sólo es una— saco un puñado de palomitas, al notar la expresión que hizo el rizado suelto una carcajada.

—Sólo es una, ahí te veo como mil Joaquín.

—Tampoco exageres Mailo.

Sus ojos se abren como si estuviera sorprendido —¿Mailo?

¿Acabo de llamarlo Mailo? Rayos, tampoco es que Emilio me tenga tanta confianza como para nombrarlo así. Soy tan idiota, puedo sentir mis mejillas rojas —Lo siento, Emilio, creo que fue demasiado atrevido de mi parte... En serio, perdo..

—No, no, claro que no, sólo que nunca me habías llamado así. Es lindo de tu parte, no tienes que pedir perdón por llamarme Mailo Joaquín— me dedica una sonrisa. Al escuchar decir eso logra aliviarme —A veces sueles resultar un poco exagerado.

—¿Exagerado?— asiente —Perdón.

—Deja de pedirme perdón si no has hecho nada mall— lo siento  golpear mi frente suavemente —Tontito.

Ay Dios, mi corazón no podrá resistir más. Sus ojos cafés son tan profundos que logran volverme adicto a ellos, su rostro es tan tierno que me gustaría besarlo todo por completo —Es muy lindo— Pienso, jamás podría decirlo en voz alta.

Si Me Dices Que Me Quieres // Emiliaco (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora