Cap 8

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16/06/1854

Cattleya no podía dormir eran las 3:00 am, se levantó y se dirigió a la habitación de su sirvienta cuando llego escucho que estaba diciendo cosas extrañas se acercó un poco más para lograr ver algo, había una estrella de 5 picos ella estaba sentada en medio de ella con dos velas negras y rojas, tenía una biblia negra la cual estaba leyendo, Erika se percató de la presencia de ella y la volteo a ver haciendo que retrocediera la menor se sorprendió cuando vio los ojos rojos la miro fríamente -¿Qué estás haciendo aquí? – Pregunto –Yo no puedo dormir – dijo con un poco de miedo –Él quiere que me acompañes- dijo dejando confundida a la menor – ¿El, quien?- pregunto –mi amo – dijo jalándola del brazo haciendo que entrara –Quien es tu amo- pregunto en voz baja –Lucifer- cuando dijo esto la menor sintió temor –Él es muy bueno, siéntate me dijo que te puede ayudar- dijo agarrando la biblia, ella lo pensó un momento y aunque tenía temor accedió – Esta bien, que debo de hacer- dicho eso la sirvienta sonrió, comenzó a leer, ella no entendía de lo que decía solo sintió un viento sutil en su rostro –¿Qué es lo que deseas pequeña?-se escuchó una voz escalofriante –Vengarme de todo lo que me ha hecho mi familia- hablo segura –te daré el valor y la fuerza para que lo puedas hacer, pero quiero algo a cambio- dijo – ¿El qué?- pregunto – Tu alma pequeña, y te digo que serás feliz- ella lo pensó un momento, sabía que estaba mal pero las ganas de vengarse le ganaron –Acepto- dicho esto el tomo posesión de su cuerpo, la sirvienta la agarro antes que cayera al suela y acaricio su pelo la miraba con dulzura espero un momento para que Cattleya abriera los ojos cuando lo hiso la iris de sus ojos los tenia rojo. Cuando reacciono solo se alejó de la sirvienta y fue a su habitación a dormir, se despertó, arreglo y cambio de ropa se puso un vestido negro con estampados rojos, se dejo el pelo suelto salió de su habitación y se dirigió al comedor se sirvió café y salió de ahí iba pasando por una de las salas y escuchar a su madrastra y a su abuela hablar - ¿y la que le paso a la madre de la insolente?- pregunto- Era el cumpleaños de Cattleya, le dije si me podía acompañar al sótano cuando llegamos, la tire al suelo la apuñale con un cuchillo, ella nunca fue digna de mi hijo y él estaba de acuerdo todo fue planeado- a Cattleya eso fue la gota que derramo el vaso la destruyo por completo. Grita, llora, suplica mientras te hago sufrir

Familia CastilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora