Capítulo 08: Anayuru. Parte 2.

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-Law… yo te vi como un hijo, no entiendo en que momento te transformaste en esto…- hablo Rocinante. -Lo que le hiciste a (t/n)-chan no tiene nombre…- aseguro con tristeza, Law se encontraba sentado y esposado, mientras él estaba de pie frente a él.

-¡No podía permitir que ella se fuera definitivamente de mi lado!- exclamó. -¡Yo sólo la he amado a ella y ella sólo seria feliz conmigo!- el mayor no daba crédito a las declaraciones, era clara la obsesión de Law por la joven.

-¡¿Ella en verdad era feliz?!- exclamó, había una terrible mezcla de sentimientos.

-Necesitaba más tiempo… sólo así ella volvería a amarme!- Rocinante azotó el puño en la mesa.

-Ya no creo que puedas entenderlo Law… pero lo que hiciste es todo, menos amor…- susurró, el médico se intrigo por la declaración.

-¡Tú no lo entiendes Cora-san!- dijo bajando la mirada. -Durante este tiempo, siempre trate de olvidarla y no podía… ella y yo éramos tan felices…- comento con pesar. -Al enterarme que se casaría con Portgas-ya…- levanto la vista y Rocinante notó el desprecio. -No podía permitirlo… de casarse, se iría para siempre…- el Marine suspiro, buscando tranquilizarse, era demasiado.

-Law… si de verdad la amas… debes dejarla ser feliz…- declaro con voz melancólica. -Ahora por tu culpa, tardara en lograrlo, le has dejado cicatrices…- tomo asintió frente al muchacho. -Confiesa… ¿qué le hiciste?- exigió saber.

-Es obvio que la prive de su libertad…- respondió con una sonrisa guasona, por un momento el Marine vio reflejado a Doflamingo en el muchacho.

-Tienes razón, eso es obvio…- comento mientras escribía en una libreta. -¿Por qué no puede caminar?- cuestionó.

-No lo sé…- respondió con ironía y sin borrar su sonrisa. -En un parto casero todo puede salir mal, es una pena que Anne haya nacido viva…- comento, Rocinante sintió una terrible ira, no podía creer el monstruo en el que se había transformado.

-Law… eso no es gracioso…- declaro, tratando de mantenerse sereno. -¿No te duele el daño que le has causado a (t/n)?- cuestiono con genuino interés, si el medico se presentaba así en la corte, podrían mandarlo a una clínica psiquiátrica.

-¡Yo buscaba nuestra felicidad… ella es mía!- declaro.

-¿Abusaste de ella?- cuestionó, la sonrisa de Law se amplio, pero no contesto, para él eso era una afirmación.

Unos días después, (t/n) seguía en el hospital, Anne siempre estaba junto a ella, Ace también se encontraba ahí.

-Es una niña preciosa…- dijo el pelinegro.

-Lo sé… Anne es bellísima…- dijo la joven, Ace cargaba a su hija, aunque sonreía por ver aquella escena, había cierto miedo, temía que Law regresara y le quitara a su bebé.

-(t/n)…- el pecoso llamó su atención. -¡No le fallare a Shirohige esta vez… las protegeré, me asegurare que Trafalgar no vuelva a amenazar nuestra felicidad!- declaro, ella pudo notar que aunque él tenia una mirada firme, había cierta tristeza.

-Te amo Ace…- susurro ella, sin duda estaba feliz por saber que el amor de su vida seguía con vida, pero temía de un futuro amenazado por la locura de Law.

-Te amo…- se acercó él, dándole un suave beso en los labios, en ese momento entraba doctorine.

-Veo que ambos están aquí… puedo explicarles la situación…- dijo un tanto seria.

-¿Ya no podre caminar?- cuestiono la joven, Ace tomo su mano, no quería verla triste.

-No seas tan pesimista…- regaño la doctora. -Sufriste una sobredosis de Epidural, además Trafalgar lo aplico cerca de un nervio clave, sufres un critico adormecimiento de tus piernas, pero no es grave, con terapias físicas y reposo, volverás a caminar…- explico, la joven y su pareja se alegraron por oír eso, ya que temían lo peor.

-Gracias doctorine-sensei…- dijo Ace, la doctora salió después de explicarles cuando iniciarían las terapias.

-Me alegra mucho… por un momento pensé que me quedaría así…- dijo la joven más tranquila, mientras extendía los brazos para cargar a su hija.

-Veras que saldremos adelante, siempre estaré a tu lado, para protegerte y apoyarte…- (t/n) se sonrojo por tan lindas palabras, tal vez aún tenía miedos, pero confiaba que con ayuda de él, éstos desaparecían poco a poco.

-Gracias Ace…- susurro ella. -Sin duda eres el amor de mi vida...- declaró, él no pudo evitar sonrojarse.

-Tu también eres el amor de mi vida…- se besaron suavemente. -Por siempre…- declaró con una sonrisa amplia.

Pasaron un par de semanas, en los que (t/n) comenzaba sus terapias, no sólo fisicas, también psicológicas, ya que en la noche había pesadillas que sólo Ace y su hija podian controlar.

Había llegado el día del juicio, (t/n) y Ace había asistido, su hija se habia quedado en la residencia Monkey D, cuidada por Makino, custodiada por Marines y protegidos de Shirohige.

Law no dejaba de verla en ningún momento, eso la asustaba, más cuando era su turno de declarar, era horrible recordar su encierro, angustia y miedo.

-Trafalgar D Water Law…- hablaba el juez, quien dictaría sentencia. -¡Por los crímenes de secuestro, violación y negligencia medica, librara una cadena perpetua, dado que actuó de manera psicótica y compulsiva, será llevado al sanatorio Thriller Bark!- declaro, ante la sorpresa de todos, pues para muchos era claro que el medico había actuado con alevosía.

-Trataremos de apelar yoi…- dijo Marco, a nadie le había gustado aquella sentencia.

-Yo lo único que deseo es no volver a verlo, que donde lo encierren se quede ahí para siempre…- aseguro con cierto miedo.

-Nos aseguraremos de eso…- dijo Ace.

El sanatorio Thriller Bark se encontraba en una isla, poseía estrictas reglas y se caracterizaba por su seguridad, ya que ahí se encontraban los enfermos mentales más peligrosos del mundo.

Ahí Law llevaba 3 meses hasta que cierta noche…

-¡No puede escapar!- declaró uno de los custodios del lugar.

-¿Cómo lo hizo?- declaro otro, incluso estaba asustado. -Tenía una camisa de fuerza!- en el lugar sonaba una alarma, y todos buscaban al prófugo.

-¡Da igual debemos encontrarlo!- exclamó otro.

-¡Esta al oeste!- llegó otro gritando, todos se movilizaron a aquella zona, donde estaba Law, en la orilla de un balcón que daba al mar. -¡Detente!- ordeno el custodio, pero el parecía no escucharlo.

“¡Yeah! No puedo permitir…
¡Yeah! Que sólo tú…
¡Yeah! Seas feliz…
¡Yeah! Lo entiendes ¿verdad?”

-Pronto nos veremos (t/n)… ahora nadie nos separara…- susurro, y ante la sorpresa de todos, el paciente salto hacia el mar.

“Lo entiendes ¿verdad?”



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Espero que esta historia les haya gustado c:

Habrá un Epilogo, y un par de especiales!

Gracias por sus votos y comentarios!

Anayuru. (One Piece. Law vs Ace XLectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora