Ciudad de ángeles.

Capítulo 1: "Kim Myung Soo"

-Y cuéntame Myung Soo, ¿cómo te sientes hoy? -Preguntó la mujer de cabellera rubia con las raíces blancas.
-Bien gracias, Mi Joo. -Respondió el chico mientras sonreía.
-Veo que te pintaste el cabello.
-Sip. A Kei le gusta este color.
-¿Y quién es Kei?
-La niña que me gusta.

La mujer anotó todo en su libreta, cada palabra, cada detalle. Cada emoción que destilaba cada palabra.

Era la tercera vez que veía a Kim Myung Soo y se sorprendía la facilidad que tiene para expresar sus emociones, algo que muchos de sus pacientes no tenían.

-¿Cómo está Sung Kyu? -Preguntó la mujer con un poco de vacilación.

Últimamente aquel chico no se había aparecido. Ya llevaba al menos seis consultas sin asistir y eso de cierta forma le preocupaba. De todos sus pacientes, él era especial.

-En la universidad. Dice que se vienen los exámenes así que debe estudiar.
-Ya veo.

La doctora Lee hizo los ejercicios con Soo. Le preguntó sobre los sentimientos, sobre su vida cotidiana. Cosas qué, a simple vista no eran importantes, pero qué, para la doctora Lee sí.

Después de dos horas de sesión, Myung Soo se fue satisfecho.

Le gustaba como la doctora lo miraba, se sentía comprendido y admirado.

Myung Soo llegó a la universidad y se puso a buscar a Sung Kyu, a quien encontró en el aula estudiando como siempre.

-¿Cómo te fue?
-Bien, ya sabes. La doctora Lee siempre se preocupa por sus pacientes.
-Te dije que era buena.
-Preguntó por ti. -Sung Kyu dejó de escribir. -Dijo que ya te haz saltado varias consultas.
-¿Qué dijiste?
-Que estabas estudiando.
-Iré después. -Volvió a escribir.

Myung Soo dejó a su amigo estudiar tranquilo.

Recién comenzaban el año y su mejor amigo estaba ya en el tema que aún no veían.

El profesor entró y Myung Soo, quien era el jefe de grupo, se levantó para que todos los hicieran y saludaran, pero también había un nuevo chico que lo seguía desde atrás. No era más alto que él, pero tenía buen cuerpo, su cabellera rubia era símbolo de rebeldía.

-Perfecto. -Pensó Soo.

-Buenos días, jóvenes. -Saludó el profesor. -Este año se une a nosotros el alumno Nam Woo Hyun, viene de Estados Unidos, así que no está familiarizado, espero que todos lo hagan sentir como en casa.

El chico escribió su nombre en el pizarrón como en el pasado o en los dramas coreanos y luego se presentó frente a todos.

-Es hermoso.
-Sung Kyu...
-Lo sé, pero míralo.

Soo estaba cansado, en el pasado Sung Kyu había sido lastimado de diferente manera y no iba a permitir que lo lastimaran nuevamente, no mientras él los tuviese a ellos.

Cómo ambos se sentaban hasta los últimos lugares, nadie se quería sentar a su lado porque ellos eran "raros", pero el chico rubio no lo sabía, así que se fue a sentar detrás de él.

Sung Kyu quería ser como Kim Myung Soo. Siempre seguro de si mismo, siempre alegre, pero serio. Era la personalidad que él quería, pero siempre era el blanco para el bullyng en esa universidad de mierda.

—Hola. —Saludó Sung Kyu.
—Hola, soy Woo Hyun.
—Y-yo Sung Kyu. —Tartamudeó. 

Después de eso no volvieron a hablar, pero no es que no quisieran, sino más bien porque Sung Kyu se había puesto nervioso. Las clases comenzaron y él mejor se concentro.

—¿Qué le sucede? —Preguntó Ji Yeon.
—Se puso nervioso. —Respondió Ji Soo.
—Cállense. Es su primer amigo. —Reprendió Myung Soo.
—¿Por qué mejor no se callan todo? —Susurró Sung Kyu. —No me dejan concentrar. 

Todos guardaron silencio y decidieron que lo dejarían durante las clases, lo conocían. Era amante del orden, pero también muy estudioso. Los cinco chicos vieron como Lee Ho Won, el chico más popular de la universidad se acercaba al nuevo chico.

—No deberías sentarte aquí. —Dijo burlón.
—¿Por qué?
—Puro rarito se sienta aquí.

Howon levantó al chico nuevo y lo llevó a un asiento vacío a lado de él. Los amigos de Sung Kyu estaban molestos.

—Ve y dile que no eres rarito.
—No, es mejor así.
—Por eso siempre te hacen como quieren.
—Sino me meto con él, no me harán nada.

Myung Soo estaba cansado, fastidiado. No podía creer lo que escuchaba. Siempre le hacían como querían. Incluso sabía que Howon en varias ocasiones había abusado de él en el baño y en el gimnasio de basquet ball, muchas veces había querido reportarlo, pero debido a Sung Kyu no podía. Las chicas también lo sabían, también lo habían reprendido.

Se dió por vencido ante la negatividad que su mejor amigo estaba sintiendo en ese momento y sólo lo dejó ser, pero eso no quitaba que el odio que sentían por aquellos hijos de puta disminuyera. Algún día lo harían pagar.

Las siguientes horas fueron aburridos, ninguno puso atención a la clase del profesor Lee y sólo se dedicaron a dormir.
No escucharon la campana sonar, así que no supieron a que hora habían salido hasta que alguien les habló. Cuando abrieron los ojos vieron al nuevo chico sonriéndoles.

Sung Kyu caminó alado de Woo Hyun. El chico mentiría si dijera que no se sentía bien caminar a su lado. Joder, era la primera persona que lo despertaba por haberse quedado dormido.

—G-gracias... —Tartamudeó Sung Kyu.
—Descuida, somos compañeros.

Sí, todos eran compañeros, pero a excepción de Myung Soo, Ji Soo y Ji Yeong, nadie más era su compañero, o bueno, no hasta que llegó el nuevo chico.