Be happy, my son...

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[se recomienda leer este one shot junto con la canción puesta en la portada]

Hoy era un día gris, mi preciada madre había muerto y debíamos enterrarla este mismo día. No negaré que muchas veces a lo largo de mi vida la odie, sobre todo cuando debí separarme del amor de mi vida después de un grave accidente que tuve, pero por ella soy quien soy ahora, por ella soy un gran escritor de novelas románticas, historias que extrañamente parecen muy reales.

El funeral fue triste, todo de negro y silencioso, vi a mi padre ya viejo llorar por mi madre, y lo demás a penas lo recuerdo en medio de tanta lluvia mezclada con lágrimas. Me encontraba en la habitación de mis padres, sentado Justo en el lado del que dormía mi madre, su fragancia estaba intacta y con solo cerrar los ojos su imagen viva venía a mi.

- Hijo mío.. -la grave y apagada voz de mi padre logro asustarme, pero de inmediato lo mire con una triste sonrisa.

- ¿Si, viejo? -sabia que sonaba feo a veces llamarlo así, pero es mi viejito y lo quiero mucho, el sabe que se lo digo con cariño.

- Hay algo que tú madre dejó para ti... -se agachó para sacar una caja de debajo de la cama, estaba sucia y pulcra pero al abrirla estaba intacta.

Lo mire sin entender hasta que tomo un diario, mi viejo sonrió nostálgico al verlo y me lo dio como si un valioso tesoro fuera. Seguía sin entender aunque al abrirlo y ver su letra, un nudo se formó en mi garganta, mi madre amaba la caligrafía y su letra era sin duda una de las más hermosas que he visto, comencé a ojearlo cuando una carta calló de entre las hojas.

"Para Jia Er Wang"

- Ve a buscarlo, hijo -no me había dado cuenta que estaba hipnotizado leyendo ese nombre hasta que mi padre habló.

- Pero viejo, tú sabes lo que opinaba mamá respecto a él -no entendía nada pero al solo ver su nombre mi corazón latía como si corriera una maratón.

- Mark.. cumple el deseo de tu madre y llévale esa carta, sigue viviendo donde mismo -su sonrisa comprensiva y dulce fue todo lo que necesite en ese momento.

Le di un fuerte abrazo, bese un mejilla y un suave "Gracias" salió de mis labios. Guarde la carta entre el diario y salió corriendo de la casa, corrí y corrí por las calles de la villa, no sentía mis pies aunque eso era lo de menos ahora. Imágenes vagas cruzaban por su mente recordando aquellos tiempos de amor adolescente, frases llenas de amor y caricias indescriptibles.

- Jackson!!! -grite a todo pulmón al llegar al frente de la casa.

Apoye mis manos en mis rodillas para recuperar el aire, esperaba que estuviera ahí, deseaba que estuviera en casa.

- Mark? -esa gruesa voz, hizo más de mis cosas en mi cuerpo.

Sin decir nada levante el diario de mi mano para que lo viera, sabia que no entendía nada al igual que yo pero debía hacer esto.

- D-debo mostrarte esto -hice una mueca de dolor debido a la mala respiración que había tenido.

Él salió pero llegó hasta la puerta, me acerque a él con timidez y una vez frente a frente, abrí el diario sacando la carta y se la di.

"Querido Jackson:

¿O debería decirte Yerno?, Quizá te haz preguntado muchas veces el porqué te separe de mi hijo, pues.. me case joven y no me arrepiento para nada, pero quería que mi pequeño disfrutara de la vida, que hiciera lo que siempre más amo hacer..

Hoy lo veo siendo un famoso escritor de novelas románticas y aunque se que lo hace tremendamente feliz, falta esa chispa que tenía cuando estaba contigo. Porque si, supe de todos sus escapes, de todas sus locuras, una madre es muy sabia, Jackson, sabemos todo mucho antes de que nos lo cuenten.

Ahora entiendo cual fue mi error, aunque creas que lo hago solo por ser una vieja senil o quizá ya estoy muerta, tendría más sentido el porqué lees esta carta que estará guardada. El punto es, que me arrepiento y quiero verlos felices desde arriba, ámense, quiéranse, cuídense y sobre todo.. dile tu secreto, porque yo ya lose y debo decir que se parece mucho a ustedes...Los amo a ambos, cuida a mi.. a Tu Markiepooh.

Atte, Tu querida suegra."

El rostro de Jackson se había comenzado a mojar a medida que leía la carta, y se reía entre medio. Hace mucho no lo veía y hacerlo ahora, era como volver el tiempo atrás, como si todo ese tiempo alejado de él nunca hubiera pasado, realmente lo extrañe ¿me habrá extrañado él a mi?.

- Mark yo.. -una pequeña y suave voz se escuchó de fondo cortante sus palabras.

- Papi.. ¿papi está llorando? -un puchero se formó en sus adorable belfos- ¿Ese señor hizo llorar a Papi?

"Papi" algo que nunca creí que escucharía y mucho menos dirigido a Jackson. Aunque la pequeña tenía cierto parecido con el, sus ojitos eran muy iguales y también su nariz, pero ese cabello y esa boquita era definitivamente.. extrañamente de parecía a mi.

- Mark, te presento a tu hija.. nuestra hija -sonrío dulcemente mirándome a los ojos, esos ojos que definitivamente no había dejado de amar.

Resultó ser que hace unos años atrás había quedado embarazado, y en una de sus románticas escapadas algo salió mal, el auto se volcó con ambos dentro dando una infinidad de vueltas. Esa noche el mayor de ambos quedó inconsciente y la pequeña Amiee nació pero esté había perdido la memoria, la familia en realidad nunca supo de la pequeña, ya que Jackson al enterarse de la amnesia de su amado se la llevó y la crió por si mismo, solo. La madre había visto a Jackson más de alguna vez pasear con la pequeña siéndole imposible no ver a su hijo reflejado en ella y, cuando esté no se daba cuenta, se acercaba a ella para jugar un rato y así conocerla, la pequeña tuvo la desdicha de conocer a su abuela.

Por último, las novelas románticas del Mark, nunca fueron inventadas, eran hechos reales que su mente tenía guardados pero que no los sentía como propios. Mark dejo de escribir cuando su saga terminó con sus personajes principales en un choque de auto y con un embarazo que quedó a la deriva.

The letter [OneShot-MS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora