Desearía que la sangre se quedara en nuestro cuerpo por la eternidad, que se quedara en nuestros dedos y nos diera el impulso que necesitamos.
No... ¿Quién tiene tanta suerte para poder conseguirlo?
Mi piel ha sido testigo de tantos golpes, de tantos momentos en mi vida que ni siquiera he podido superar.
Si abro la boca, ¿me cortarán la lengua?
¿Qué soy? ¿Humano? ¿Animal? ¿Fursona? ¿Un salvaje?
¿Qué soy para ellos?
Mis ojos visualizan mi dolor, mi tristeza, mi sentir, mis lágrimas, mi sangre...
Visualizo el alma oscura que tortura mi piel, que tortura cada esquina de mi ser.
¿Quién soy? ¿Qué soy? La misma pregunta una y otra vez y nada ocurre, nadie me contesta.
¿Nadie me quiere brindar ayuda?
Es normal. ¿Quién querría ser parte de mi vida? Solo traigo problemas, o al menos eso he notado a mi alrededor.
Miradas asquerosas; gestos lascivos y poco amistosos; insultos; golpes indebidos; amenazas y sugerencias de acabar todo de una vez.
¿Por qué no acabo lo que un día empezaron? ¿Por qué no arranco mi vida y termino lo que ella empezó?
Extiendo mi brazo para agarrar un trozo de cristal de la ventana que se rompió hace unos minutos, lo acerco a mi muñeca y la aprieto.
¿Por qué no lo deslizo? ¿Por qué mi corazón va tan deprisa? ¿Por qué me tiemblan las manos? ¡¿Por qué no puedo hacerlo?!
Con algo de coraje arrebatado, deslizo el filo frágil y llego a ver un hilo rojizo sobre mi piel, deslizándose para llegar al suelo.
Un par de sonidos se manifiestan. No les hago caso hasta que llegan a mí.
-¡Ni te atrevas! -patea mi mano y, por ende, mi cabeza.
Caigo al suelo sin fuerzas. El hambre me ataca, me intenta paralizar. Lo está consiguiendo.
-No te librarás de mí tan fácilmente -libera mi talón de la cadena que me retenía-. ¡Levanta! -me ordena de un grito.
Si no hago lo que ordena, esta mujer puede llegar a acabar conmigo si lo desea.
Lo intento, pero mi cuerpo tiembla y no puedo hacer nada. No llego a cumplir su orden, cayendo al suelo, totalmente inmóvil.
-Pues nada -se va y vuelve un par de minutos después para dejar un plato medio lleno de comida-. Eres un caso -hipnotizado por la energía en físico delante de mí, me arrastro, pero me agarra de la mandíbula y me hace mirar sus ojos grises sin sentimiento, como un diamante sin dueño-. Vuelve a hacerlo y te dejo aquí tirado durante toda tu vida, ¡¿me escuchaste?! -asiento, débil-. Solo eres un niñato -me deja caer-. Come. Mañana tienes instituto -dejando sus palabras en el aire, se va de mi vista.
Mi cuerpo humano no refleja síntomas de abuso paternal, abuso a un menor de edad. Todo oculto en una camisa con mangas. Oculto en una cara de sentimientos falsos.
Soy una abominación para todo el mundo. No por ser humano, sino por tener una cola de perro y orejas del mismo tipo.
Soy el primer humano híbrido. Una fursona y una persona a la vez. Soy lo que nadie ha podido explicar, lo que nadie ha llegado a entender.
Muerdo la comida con dificultad. Siento mis dedos separarse de lo que tanto necesito.
¿Instituto?
¿Para qué volver a ese infierno denominado lugar para aprender?
Nadie quiere verme. Nadie quiere sentarse a mi lado. Solo quieren abusar de mí, robarme, pegarme, desahogarse sin control...
¿Qué sentido tiene sufrir tanto? ¿Qué sentido tiene el no poder sentir alegría?
Nadie me espera allá. Nadie me necesita. Nadie me da libertad.
En todo momento, mi libertad ha sido negada.
No tengo libertad.
Entonces... ¿Qué tengo?
Nada... No tengo nada.
*-*
Gracias por leer el prólogo y espero que les haya gustado.
Esta historia no tiene portada de momento, pero espero poder crear alguna que concuerde con el tema.Datos de la historia importantes:
2 temporadas
50 capítulos mínimo
Todos los capítulos serán releídos para corregir errores ortográficos
1500 palabras mínimo (puede que algunos no lleguen a tenerlo)
Canciones en todos los capítulos
Actualizaciones muy lentas hasta acabar con Tigre Boxeador, espero sean pacientes
Lista de personajes actualizable con datos de los personajes que se irán descubriendo poco a pocoContenido con drama, sangre, violencia, bullying, insultos, sexo y demás no apto para menores de 16 años (soy un chico responsable y lo añado).
Nos vemos, Ángeles Lectores.
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Libertad Negada
Teen FictionMe gustaría poder caminar sin miedo, sin llorar por cada paso que vaya a dar. Me gustaría sentir el viento en mi piel, en mis ganas de vivir. Me gustaría hablarle a alguien con libertad, pero nadie me lo concede. Me gustaría desear algo, pero nunca...