【Satiriasis】

Capítulo 03.

Al llegar a la casa Min su madre lo recibió muy alegremente, después de todo estaba feliz de tener a su hijo consigo, JiMin por otro lado solo podía pensar en como seria cruzarse con YoonGi, deseaba verlo aunque sea de lejos, ver como era más allá de tomas fotográficas.

Ante sus pensamientos automáticamente quiso abofetearse el rostro y no solo una ,sino hasta cinco veces seguidas, en consecuencia a sus pensares sobre aquello, constantemente se repetía mentalmente "soy heterosexual, me gustan las mujeres, no los hombres", aunque muy en el fondo sabía que aquello no era para nada cierto, él lo sabía, sabía que sus pensamientos que giraban entorno al dueño de aquella casa no eran para nada heterosexual, aun así ,no podía evitarlo, siempre que se reprendia volvía a caer sin darse cuenta, de una manera inconsciente podría decirse.

[...]

Luego de haber hablado con su madre sobre lo que él haría durante su estadía allí, paso la tarde limpiando el jardín de la casa y de paso la alberca.
La señora Park, su madre, le había dejado en claro y repetido más de una vez las reglas de aquella casa y sobre todo una de ellas, la que consistia en no contradecir al jefe, YoonGi. Al parecer a este último le gustaba tener el control de todo, le gustaba sentirse dominante, posesivo y ser quien tenga la última palabra o decisión con respecto a lo que sea, o al menos así lo considero JiMin desde su perspectiva.

Una vez que recogió las hojas secas del jardín dentro de aquella bolsa negra plástica camino hacia la entrada trasera de la cocina ,se acercó a la puerta y antes de empujar esta se percató  de unos murmullos, no eran tan bajos por lo cual JiMin podían escuchar claramente aquellas femeninas voces provenientes de allí dentro.

—Deberia darle vergüenza traer a su hijo a esta casa.
Hablo una rubia llevando sus manos a sus caderas.

—Yo no entiendo como el señor Min permitió esto, la señora Park sólo trae a su hijo para que sea mantenido.

Comentó la otra mujer quien tenía un plumero entre sus manos y el entrecejo levemente fruncido.

—Por otro lado ,¿no creen que señor Min ha estado raro? , ya no llega hasta tarde y no trae a nadie..

Volvió a hablar la rubia, la misma pareció meditar sus palabras y su cabeza rápidamente no tardó en sacar conclusiones.

—¿Ustedes creen que la vieja Park haya vendido a su hi...

Las palabras de la muchacha rubia se vieron cortadas debido al sonido de la puerta siendo abierta, aquellas mujeres dirigieron su vista hacia la figura que estaba ingresando por aquella blanca puerta.

JiMin sujetaba con fuerza aquella bolsa de basura entre su mano derecha, apenas llevaba unas cuantas horas y parecía caerle mal al personal femenino de aquella casa, los ojos del joven pelinaranja escanearon con molestia a cada una de las tres mujeres presentes, tenían delgados cuerpos, vestían su ropa servicial, estúpidas, pensó JiMin.

—No se preocupen por mi, pueden seguir hablando.

Dijo mirando a la rubia, sus ojos estaban sobre aquella mujer, como si nada hubiera pasado las mujeres volvieron a su quehacer sin decir ni una sola palabra. Pero por su parte JiMin estaba un poco molesto, no podía creer lo que había escuchado, "Seguramente están desesperadas por tener el pene de su jefe en sus vaginas, malditas brujas"
Murmuró Park en voz baja, miro la bolsa que tenia, se había olvidado de dejar aquello, ató la misma y fue en busca de su madre, ya que no tenia ni la menor idea de que más hacer.

[...]

JiMin se encaminó hacia la cocina para beber algo ,después de todo el día había sido largo y no acostumbraba a limpiar, y eso era algo a lo que debía acostumbrarse si quería seguir estando allí, Park, no había tenido la oportunidad de conocer aún a aquel hombre que le robaba suspiros, y eso lo tenía un poco ansioso a decir verdad, tanto que a veces se quedaba en blanco mirando hacia un punto inexistente imaginando como seria conocerlo, planeando mil escenarios posibles, a los que luego negaba sacando al frente a su flamante heterosexualidad.