Capítulo 1 • Los Fantasmas No Existen

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   "Viajes astrales". 

Escribió la chica en el buscador del computador, una lista  con opciones de páginas diferentes para elegir se desplegaron al dar clic en "buscar". Cada una de ellas fueron seleccionadas en orden, entrando para leer el contenido y después anotar en un pequeño cuaderno de pasta amarilla las notas que ella creía importantes.

—Relajar el cuerpo y la mente son acciones fundamentales para este procedimiento. Algunos usuarios suelen sentir o escuchar un par de cosas en el proceso, pero la clave es conservar la calma. Puedes practicarlo antes de ir a dormir. —Repetía ella mientras leía y tomaba nota—. Este tipo de viajes te permitirán ir a lugares diferentes sin necesidad de siquiera mover tu cuerpo, pues tu alma es quien sale de él. Algunas personas logran ver su propio cuerpo. Existe el llamado "hilo de plata", el cual mantiene conexión entre el cuerpo astral y el cuerpo físico. —Entraba y salía de una página y otra, repitiendo cada palabra—. Es algo benigno y natural. —sonrió y luego hizo una pausa—. Tal vez así pueda conocerlos.

—¡Hora de comer! —Una voz diferente se escuchó a lo lejos, entonces la chica apagó el aparato y salió de la habitación en la que se encontraba, dejando el pequeño cuaderno atrás.

Tae abre los ojos de golpe, su respiración está levemente agitada, lo miro extrañada y luego de unos segundos comienza a tranquilizarse, lleva sus manos a su rostro, frotándolo ligeramente mientras con lentitud se sienta sobre el blando colchón, cuando por fin despierta por completo comienza a mirar al rededor del cuarto, parece confundido, como intentando averiguar qué es lo que pasa o si está en el lugar correcto.

—¿Estás bien? —Le pregunto mientras bajo del pequeño tocador que se encuentra en la alcoba, pero claro, él no responde y continúa con lo suyo—. Parece que no has tenido un lindo sueño. —Hablo nuevamente a  pesar de saber que no puede oírme ni verme, en realidad es como si no estuviese ahí para él, ni tampoco para nadie más. 

Rasca su nuca mientras se dirige al baño y ésta vez yo tomo asiento en el colchón, el que no puedan presenciarme no significa que puedo ser una pervertida y seguirlos hasta esos puntos de privacidad. Escucho el sonido del agua caer y entonces entiendo que va a tomar una ducha. Decido esperarlo hasta que salga mientras pienso en cómo haré para que este día sea diferente a los demás, tratando de buscar una manera para que los chicos puedan saber que no están completamente solos como creen, pensando en cómo hacer que puedan por lo menos sentir mi presencia, que puedan tratarme como algo más que un tipo de conciencia que les habla al oído.

Luego de unos minutos más, sale vestido, con el cabello mojado y la piel totalmente limpia. —¿Sabes? Es algo tarde, si no te das prisa los chicos te dejarán sin desayuno. —Menciono y entonces él se pone rápidamente sus zapatos. 

—Rayos. —Dice y sale corriendo de la habitación. 

Sonrío, estas pequeñas acciones me hacen darme cuenta de que pueden sentirme aunque sea un poco dentro de su cabeza, aún cuando piensan que las palabras que digo son vagas ideas que provienen de su mente, en realidad son consejos que frecuentemente les doy. Incluso si sólo llegasen a entenderme una sola vez al día, me hace feliz. Suspiro y finalmente decido también bajar al comedor, donde ya todos los miembros están ahí listos para desayunar, preguntándole al Tae su motivo de tardanza.

—Lo lamento, tuve un sueño raro. —Responde él.

—Buenos días. —Sonrío al verlos juntos, pero nuevamente, nadie responde. 

—¿Qué clase de sueño? —Pregunta Jimin esta vez.

Tae se encoge de hombros antes de responder. —Nada importante.

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⏰ Última actualización: May 05, 2019 ⏰

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