HONOR [JAIME LANNISTER]

Sinopsis

Muchas cosas se decían acerca de Dayra Tully, pero muy pocas eran ciertas. Es verdad que nació en el ardiente verano del año 267 con los ojos más expresivos que su padre hubiera visto. Es verdad que creció con la mirada de odio de su hermana mayor Lysa en la espalda pero también que Catelyn la apoyo incondicionalmente.

A temprana edad se dio cuenta de que si quería valerse por sí misma no solo tenía que aprender a usar una espada, si no que también debía aprender sobre política, estrategia y discurso; una palabra cortaba de la misma forma que una espada, y una idea podía salvarte el cuello en el peor momento. Sin embargo, en su niñez solía destacarse entre las habladurías de los adultos por ser la más pelirroja y agraciada de las hermanas Tully.

Entrada en la adolescencia y en un periodo propicio para concebir su padre quiso casarla con Eddard Stark, menor de los hermanos Stark, mientras que su hermana Catelyn estaba comprometida con Brandon Stark, el mayor. Fueron grandes negativas y discusiones lo cual llevo a su padre a cancelar esa idea de compromiso. Con el tiempo y después de dejar de mirarse con odio la pelirroja Tully se hizo afín a la familia Stark, pero sobre todo a Eddard, a quien, veía como un hermano. Cuando la 'Rebelion de Robert' estalló por Lyanna Stark, Dayra no dudó en sumarse a los estandartes de batalla escapando de su casa y causando que su padre cayese enfermo por el estrés.

Y los mayores mitos nacieron de allí. Era sabido por los soldados que las batallas ganadas se daban gracias a la increíble estratega y arquera pelirroja que tenían detrás de la mesa de comando, Robert sabía usar un mazo pero no el cerebro por lo que no dudó en dejar a Eddard y a Dayra a cargo luego de que Brandon Stark fuera quemado por Aerys, el rey loco.

Sin embargo, la vida de Dayra se basa en mitos, algunos dicen que su cabello se volvió tan rojo por la sangre que derramó en los campos de batallas, otros que su piel de volvió tan blanca por las almas que tomo con su arco y flecha. Y muchos siguen sosteniendo que jamás encontró un prometido porque nadie quería a esa mujer como esposa, era una lady con aires de grandeza.

Pero Dayra no cree que sea una lady, ella solo es un soldado más, que con el pasar de los años se volvió la mano derecha de Eddard, le enseñó a Arya el manejo del arco, a Sansa el arte del discurso, y a su querido Jon, el poder que tiene una espada. Ofreció años de su vida a los combates, a criar hijos que no le pertenecían y a seguir alimentando mitos, olvidando aquello que muchos llaman amor.